miércoles, noviembre 28, 2007
"Lo que puedo hacer, lo haré"
"Lo que puedo hacer, lo haré, aunque sea pequeño como un narciso, lo que no pueda, tiene que ser desconocido a la posibilidad".
Emily Dickinson
La gran poeta estadounidense Emily Dickinson* expresa en estos versos que si hay una posibilidad clara, que llama a nuestra puerta, de llevar a cabo algo, aunque "sea pequeño", es porque somos capaces de realizarlo. Esto no significa que no requiera esfuerzo pero no hay victoria mas grande que ir a por ello, porque si no, si cerramos las puertas a nuestras posibilidades, a nuestras oportunidades, estaremos abriendo ventanas al estancamiento.
"La vida es en si una contienda contra el estancamiento".
Daisaku Ikeda.
¿Cuantas veces hemos visto una oportunidad para cambiar y mejorar nuestra vida y en un impulso nos hemos aferrado a ella y efectivamente nuestra vida ha cambiado? A veces estas oportunidades son mas que lo esperado y otras todo lo contrario, pintaban de una manera y sin embargo no funcionan. La vida es en si una contienda y hay que tomar decisiones, porque acertar y equivocarse es parte del proceso que invita a crecer. Sentirse estancado en realidad puede ser una alarma para accionar nuestra vida y poner rumbo a otra dirección, a otra actitud frente a la dificultad que nos preocupa o nos limita, utilizándolo de esta manera estaremos haciendo del veneno, que estar estancado, una medicina como aviso de un mal síntoma.
El budismo enseña que cuando la naturaleza de Buda se manifiesta desde nuestro interior, uno recibe protección desde el exterior. Es uno de sus principios fundamentales. El Sutra del Loto dice: "Siento profundo respeto por vosotros"
Los principales escritos de Nichiren Daishonin. Las tres clases de Tesoros.
*Emily Elizabeth Dickinson: 1830-1986 Massachussetts (Estados Unidos).
viernes, noviembre 16, 2007
Transformar el veneno en medicina.
Según el principio budista de "Transformar el veneno en medicina" (hendoku yaku en japones), los deseos mundanos y el sufrimiento pueden convertirse en beneficios gracias al poder de la Ley Mística. La frase se encuentra en un fragmento del Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría, de Nagarjuna, donde se menciona "un gran medico que puede convertir el veneno en medicina". En este pasaje, Nagarjuna compara el Sutra del Loto con un "gran medico", porque el Sutra abre la posibilidad de lograr la Budeidad para todas las personas, incluidas aquellas de los dos vehículos, a quienes otros sutras condenaban por haber quemado las semillas de la Budeidad.
De acuerdo con este principio de "Transformar el veneno en medicina", las adversidades y los sufrimientos nos permiten desarrollar y fortalecer nuestra condición de vida para alcanzar la felicidad genuina. Puede ocurrir que si llevamos una vida cómoda y desprovista de obstáculos, bien porque no se presenten o bien porque no queramos verlos, caigamos en la desesperación cuando aparece cualquier dificultad, ya que no sabemos muy bien como actuar frente a ella. Sin embargo, si nos plantamos delante de cada escollo, por pequeño que sea, con una actitud positiva y con la convicción de que superarlo forma parte de nuestro entrenamiento como seres humanos, sabremos como afrontar los grandes retos de la vida.
Es cierto que algunas veces suceden cosas que nos desestabilizan, pero siempre podemos transformar esa circunstancia en algo positivo, para conocernos mejor, para aprender, para superarnos...
El hecho de experimentar dificultades nos permite comprender el corazón de los demás cuando estos las experimentan y desarrollar nuestra empatía. En tal sentido, los sufrimientos también pueden ser un tesoro para pulir nuestra condición humana si los observamos desde la postura del Buda que llevamos dentro, con sabiduría y sin permitir que nada nos perturbe. Y es la oración de Nam Mioho Rengue Kyo con esta postura de ser un buda la que nos permite sacar esa sabiduría innata.
Transformar el veneno en medicina, significa que cuando uno deja atrás el obstáculo, se encuentra en una situación mucho mas favorable incluso que la que tenia antes del problema.
Tsunesaburo Makiguchi, presidente fundador de la Soka Gakkai.
Aliento: Enviado por Yamila.
Extraído del poema:
joven escalen la montaña del siglo XXI
martes, noviembre 13, 2007
De la paz interior a la paz mundial: Una perspectiva budista
Publicado en World Order for a New Millennium por St. Martin Press, Nueva York
Las llamas de la ilusión
El propósito de este capítulo es ofrecer una perspectiva budista sobre el tema de la paz. Quisiera discutir tres dimensiones de la paz y las contribuciones que podría hacer una comprensión budista para su logro. Estas son la paz interior; la paz en la comunidad de la humanidad; y la paz ecológica o la paz con la Tierra. Primero, tenemos que entender cuáles son las causas fundamentales de la ausencia o presencia de la paz.
En un sermón pronunciado por Shakyamuni, el fundador del Budismo, él transmitió su visión esencial sobre la naturaleza y la causa de los sufrimientos. En esa ocasión, Shakyamuni ascendió a la cima de una montaña junto con sus discípulos recientemente convertidos. Mirando el panorama que tenía por debajo, Shakyamuni comenzó a exponer: "En verdad, este mundo está ardiendo con muchos y muy diversos fuegos. Hay fuegos de avaricia, fuegos de odio, fuegos de estupidez, fuegos de encaprichamiento y egoísmo, fuegos de decrepitud, enfermedad y muerte, fuegos de pena y lamentación, sufrimiento y dolor".
Lo que él estaba tratando de transmitir era su comprensión de que el mundo fenoménico que habitamos estaba envuelto en los "fuegos" de los sufrimientos que se originan en los impulsos ilusorios. Estos fuegos de la avaricia, el odio y la ignorancia, ardiendo violentamente en los corazones de la gente, representan la causa básica de los padecimientos de la existencia humana. Por consiguiente, Shakyamuni nos insta, primero y principalmente, a alcanzar un claro entendimiento de la causa fundamental de los sufrimientos.
Aquí, el impulso ilusorio de la "avaricia" indica el descontrolado deseo y apego por las comodidades materiales, por la riqueza, el poder o la fama. Los deseos de este tipo crecen y se multiplican sin cesar, y dado que su satisfacción no origina una felicidad verdadera y perdurable, una persona atrapada en sus garras está condenada a un interminable tormento y frustración.
El impulso ilusorio del "odio" describe emociones tales como el resentimiento, la ira y la envidia, que son provocadas cuando nuestros deseos egoístas no se realizan. A menos que sean controlados, éstos deseos se intensifican en diversas formas de destrucción y violencia. Dicho simplemente, el impulso ilusorio del odio es la violencia que surge de una visión egocéntrica de la vida.
La "ignorancia" se refiere a un obstinado desconocimiento de la realidad, o de la verdadera naturaleza de la vida y el cosmos. De esta manera, es este impulso ilusorio el que genera la discordia y la rebelión contra los principios que gobiernan el funcionamiento del cosmos. La sabiduría que ilumina y revela la verdadera naturaleza del cosmos es conocida como "iluminación", mientras que esta clase de ignorancia obstinada es conocida como "oscuridad fundamental" porque nubla y oscurece la luz con la que podemos ver las cosas en su verdadera naturaleza. De todos los impulsos ilusorios, el Budismo considera la ignorancia como el más fundamental.
El Budismo aprecia estos impulsos -avaricia, odio e ignorancia- como venenos inherentes a la vida; juntos, son a veces mencionados como los "tres venenos". Lo que Shakyamuni buscaba enseñarle a sus discípulos en su sermón es que las llamas de los tres venenos y de todos los impulsos ilusorios se originan en la vida interior de las personas y son lanzadas para envolver a las familias, los grupos étnicos, las naciones y finalmente a toda la humanidad.
Esto lo podemos apreciar en el mundo actual, donde el impacto de la avaricia descontrolada va más allá del nivel individual; crea desigualdades económicas entre los grupos raciales y étnicos, y entre los países en una escala global. La avaricia de las naciones industrializadas ha privado a los pueblos de los países en vías de desarrollo de las condiciones por las cuales se puedan satisfacer sus necesidades básicas. Y la avaricia de la raza humana está socavando el derecho a la existencia que tienen otros seres vivientes.
Es común encontrar violencia dentro de las familias, en las escuelas y en las comunidades locales. Profundos odios que se remontan a distantes eventos históricos dan lugar a conflictos étnicos y raciales insolubles. En algunos casos, esos odios históricos están estrechamente vinculados con causas o identidades religiosas, y encuentran expresión en el terror y la matanza al azar.
La ignorancia obstinada de la verdadera naturaleza de la existencia significa un estado de rebelión contra los principios básicos de la vida y el cosmos, y una negación de ellos. Como tal, distorsiona todos los aspectos de la vida, desde los estilos de vida hasta los valores familiares, éticos y nacionales. En otras palabras, esta clase de ignorancia obstinada puede ser encontrada en todos los sistemas de valores, formas de vida, y visiones de la naturaleza que lo ponen a uno en incontrolable conflicto con los principios mismos que apoyan su propia existencia, los principios que, fundamentalmente, gobiernan el funcionamiento del universo viviente.
Compartiendo su iluminada comprensión con los demás, Shakyamuni buscaba ayudar a las personas a minimizar los efectos destructivos de estos impulsos ilusorios y, en realidad, a transformarlos por un impulso hacia la felicidad.
Un corazón tranquilo
En la India, el equivalente de "paz" es "shanti", que significa el estado de tranquilidad interior. También alude a la iluminada condición que alcanzó Shakyamuni, y que a veces es referido como "nirvana". Con respecto al estado de paz interior, un texto budista lo describe como sigue: "La tranquilidad mental proviene de haber trascendido exitosamente la avaricia, el odio y la ignorancia". Como lo aclara este pasaje, el enfoque budista de la paz comienza del acto fundamental de superar estos impulsos ilusorios o venenos interiores. El estado de haber puesto bajo control estos impulsos, sin embargo, no es una paz interior estática y privada. Más bien, es ilimitadamente dinámica, expansiva y evolutiva en su naturaleza.
El budista japonés del siglo XIII, Nichiren, expresó esto con la siguiente imagen: "Quemando la leña de los impulsos ilusorios, contemplamos la llama de la sabiduría iluminada".O sea que, mediante la práctica espiritual, la energía inherente a nuestros impulsos ilusorios puede ser transformada en su totalidad por una "llama" esclarecedora de sabiduría iluminada. De este modo, los tres venenos pueden ser subyugados de modo que ya no produzcan confusión y trastorno; ellos ya no pueden conducirnos a actuar de una manera estrafalaria y destructiva.
En el estado de tranquilidad, la luz de la sabiduría iluminada brilla esplendorosamente, libre y sin ser obstaculizada por las nubes de los impulsos ilusorios. Si uno estudia las enseñanzas del Buda, desde las primeras escrituras hasta la tradición Mahayana posterior, puede ver que la esencia de la iluminación de Shakyamuni fue su despertar a la "ley del origen dependiente". Este concepto ha sido expresado de diversas maneras y fue desarrollado en gran profundidad y detalle en el Budismo Mahayana; su esencia es la interdependencia de todos los seres vivientes y, en verdad, de todos los fenómenos. El origen dependiente nos enseña que todas las cosas ocurren y existen sólo a través de su interrelación con todos los demás fenómenos y que esta estructura de relaciones es de un alcance infinito tanto temporal como espacialmente. Aquí está la base para el principio de la coexistencia de apoyo mutuo de todos los seres que es tan importante para el pensamiento budista.
Cada ser humano existe dentro del contexto de las interrelaciones que incluyen a otros seres humanos, todos los seres vivientes y el mundo natural. En otras palabras, cada persona es apoyada por la red interdependiente de la vida. Despertando a este principio podemos expandir el instintivo amor a sí mismo a un altruista amor por los demás; podemos alimentar el espíritu de tolerancia y la empatía por otros.
La doctrina del origen dependiente también brinda una base teórica para la paz. En los términos de la acción concreta, se manifiesta como la práctica de la misericordia. En el Budismo, la misericordia indica la práctica ética de mantener siempre un compromiso empático con los demás. Significa compartir sus sufrimientos e infelicidades, esforzándose a su lado para superar los impulsos ilusorios que son su causa principal, transformándolos en felicidad, beneficio y alegría.
La ignorancia es considerada fundamental entre estos impulsos ilusorios precisamente porque ciega a las personas a la realidad del origen dependiente, la inevitable y abarcadora interrelación dentro de la que vivimos. Esta ignorancia da lugar a la avaricia que conduce a las personas a buscar la realización de sus deseos aun a costa del sufrimiento de los demás. También conduce a la clase de ira incontrolada que busca la destrucción de una situación en la que los deseos se ven frustrados. Es por esta razón que el impulso ilusorio de la ignorancia es considerado como equivalente a un egocentrismo fundamental. Es un egocentrismo ciego y finalmente autodestructivo porque corta violentamente las hebras de la red de la vida que apoya nuestra propia existencia.
El estado mental de aquel que se esfuerza incesantemente por trascender este egocentrismo fundamental es el de una paz interior y tranquilidad. El corazón de esa persona se ilumina con la sabiduría del origen dependiente, y rebosa de espíritu de misericordia.
Las "cinco impurezas"
La contribución esencial del Budismo al tema de la paz se encuentra en la lucha contra los impulsos ilusorios que, enraizados en las profundidades de la vida interior de la persona, causan tanto sufrimiento y destrucción en la sociedad humana en general. En el Sutra del Loto de Shakyamuni, los efectos destructivos originados por los impulsos ilusorios son descritos como "impurezas", y clasificados en cinco etapas, desde la más interior y más personal hasta la que contamina toda una época o era. Estas son: las impurezas del deseo, del pensamiento, del pueblo, de la vida misma y de la época.
T'ien-t'ai, un filósofo budista activo en la China en el siglo VI, describió las cinco impurezas de la siguiente manera: "Las más fundamentales de estas cinco son las impurezas del pensamiento y del deseo, que resultan en las impurezas del pueblo y de la vida. Estos, a su vez, dan lugar a la impureza de la época". La "impureza del deseo" señala los impulsos ilusorios tales como los tres venenos en sí. La "impureza del pensamiento" se refiere a un apego excesivo e irracional a ideas o ideologías específicas. De acuerdo con T'ien-t'ai, las impurezas del pensamiento y del deseo son las más fundamentales y, a través de su impacto en las personas, originan el caos y trastornos en las familias, naciones y estados. Transmitidas de una generación a otra, estas impurezas ocasionan la "impureza de la vida", infundiendo el odio y la violencia histórica entre diferentes pueblos, grupos étnicos y naciones. Estas impurezas, finalmente, influyen en todas las personas que viven en esa era, resultando en la "impureza de la época".
La civilización moderna exhibe cada vez más los aspectos de lo que el Budismo llama la "impureza de la época". Las señales de esto incluyen el materialismo galopante, la implacable dominación y explotación de la naturaleza y el consumismo desenfrenado. Desde el término de la Guerra Fría, nuestro mundo ha venido teniendo muchos brotes de conflictos que emanan del apego a la ideología, es decir, la impureza del pensamiento. No obstante, las clases de conflictos que van empeorando están enraizadas en las pasiones irracionales, tales como el nacionalismo extremo, que el Budismo clasificaría como una "impureza del deseo". Se considera que estas están más profundamente enraizadas en la vida de las personas y, por consiguiente, son aún más difíciles de controlar.
En un mundo en el que los impulsos ilusorios lanzan la cortina de sus efectos negativos en la forma de las cinco impurezas antes descritas, los budistas tienen, creo yo, una misión particular para contribuir con la realización de la paz en todos los planos. En otras palabras, no debemos contentarnos con nuestra paz mental interior sino que tenemos que ampliar nuestros horizontes y extender nuestros esfuerzos para incluir la abolición de la guerra -es decir, la paz de la comunidad humana global- así como la paz con el mundo natural, a través de un desarrollo verdaderamente sostenible y una coexistencia armoniosa con el ecosistema global.
El camino del Bodhisattva en el mundo moderno
Quisiera ahora ampliar respecto a cómo la práctica del bodhisattva, la acción misericordiosa basada en la comprensión budista de la vida, puede contribuir con la realización de la paz en sus tres dimensiones (paz interior, comunitaria y ecológica).
Primero, consideremos la paz interior, o la tranquilidad espiritual y mental. En el Budismo, un bodhisattva es quien lleva a cabo acciones altruistas y busca contribuir con la sociedad humana manifestando plenamente las cualidades de la sabiduría y la misericordia. Un bodhisattva se esfuerza primero por transformar su propia vida; el escenario de este esfuerzo está en las realidades de la existencia humana y en el apoyo sostenido para aliviar los sufrimientos de las personas. De esta manera el bodhisattva se esmera por generar felicidad tanto para sí mismo como para los demás.
La práctica del bodhisattva ha sido expresada en términos contemporáneos como "revolución humana". El estado interior de quien lucha por la realización de la misma puede ser considerado como de tranquilidad espiritual; el estado de paz interior expuesto en el Budismo es una condición dinámica rebosante de sabiduría y misericordia.
La Soka Gakkai Internacional (SGI), una organización budista laica, existe para ayudar a la gente en la práctica de la misericordia en la vida cotidiana, brindándole un entorno de cooperación, sustento espiritual y apoyo. De esta manera, la SGI busca llevar la práctica del bodhisattva al mundo contemporáneo.
Entre las muy diversas actividades que realiza la SGI, las más fundamentales de todas son las reuniones de diálogo que se llevan a cabo enraizadas en las comunidades locales. En la sociedad actual, donde el egoísmo desmedido ha provocado profundos trastornos en el corazón humano, y donde la humanidad está perdiendo de vista el arte de la coexistencia con la naturaleza, estos pequeños cónclaves de personas de todas las edades, razas, intereses y antecedentes ofrecen un foro para un intercambio rico y refrescante. En un mundo afectado por la "desertificación social", estas reuniones sirven como un oasis humano.
Después de todo, solo los seres humanos individuales pueden esforzarse por la concreción de las grandes metas de la paz mundial y la prosperidad de la sociedad humana. Como una organización, la SGI se ha centrado consistentemente en las personas y en el movimiento por la revolución humana a través de la práctica del bodhisattva. Como budistas, procuramos establecer una condición de paz interior en la vida cotidiana y, al mismo tiempo, por contribuir con la realización de la paz del mundo que nos rodea, posibilitándole a cada uno desarrollar al máximo sus cualidades peculiares.
En segundo término, con respecto a la dimensión de la paz social, o la paz en la comunidad de la humanidad, las actividades culturales y educativas de la SGI apoyan una variedad de medidas políticas y económicas que están siendo propuestas en diversos foros, buscando dirigirlas hacia su implementación. Estas incluyen la abolición de las armas nucleares y la reducción de la desigualdad económica. Como parte de los continuos esfuerzos de la SGI para promover la educación pública respecto a estos y otros temas, hemos montado exposiciones internacionales que han sido apreciadas por millones de ciudadanos de todo el mundo. De manera similar, nuestros esfuerzos por brindar un apoyo humanitario concreto a los refugiados y los desplazados del mundo son de larga data.
En relación con las cuestiones de la seguridad y el desarrollo, el Budismo sostiene el principio de la no violencia y exige el cambio fundamental en nuestra forma de vida. En el nivel individual, esto significa una transformación de un modo de vida dominado por el apego a deseos materiales a uno centrado en valores espirituales y existenciales. Al mismo tiempo, también se refiere a un modo de vida misericordioso, de estar preparados para hacer los esfuerzos que se requieren para asegurar que los ciudadanos de los países en vías de desarrollo puedan satisfacer sus necesidades básicas. Con respecto a los derechos humanos, reconocemos la existencia de la condición de vida suprema -la de la Budeidad- en todas las personas y, por lo tanto, insistimos en que todos los miembros de la familia humana, sin distinción, son capaces de manifestar ese estado de ilimitada sabiduría y misericordia. La contribución peculiar del Budismo a la solución de los conflictos basados en la cultura está relacionada con la enseñanza del "origen dependiente" citado antes, y con la empatía y la tolerancia que derivan de esa cosmología.
Como se mencionó antes, la ley del origen dependiente describe la idea de que todas las cosas y fenómenos son interdependientes y todos manifiestan el principio ordenador del cosmos, cada uno en su peculiar manera. Dado que el Budismo considera los impulsos ilusorios como los que impiden que las personas vean claramente esta realidad, nosotros sentimos que la humanidad será mejor servida cuando la tradición religiosa se comprometa en su lucha característica contra los tres venenos del odio, la avaricia y la ignorancia, en tanto coopera hacia la solución de temas globales. Así es como ve el Budismo los conceptos clave del pluralismo cultural y la tolerancia religiosa.
Llegando a la tercera dimensión, "la paz con el ecosistema", la perspectiva budista sobre la naturaleza ha enfatizado siempre la coexistencia creativa con ella. La misericordia de Shakyamuni no se limitaba a la humanidad, sino que se extendía a todas las cosas vivientes. La base filosófica para el desarrollo sostenible se puede encontrar en esta clase de simbiosis creativa con el resto del mundo natural. Esa perspectiva filosófica apoyará la clase de estilo de vida que esté verdaderamente en armonía con el ecosistema. La SGI ha apoyado proyectos de forestación en el Amazonas y otros lugares. Las organizaciones locales de la SGI han estado comprometidas en una amplia gama de actividades para proteger el medio ambiente.
En la solución de los desafíos globales que confronta la humanidad, se debe buscar medidas políticas, económicas y científicas junto con la transformación de la conciencia humana. Debemos establecer un estilo de vida de conservación de la energía, el reciclaje de los recursos y la búsqueda de valores espirituales. Nuestra meta superior debe ser cultivar una conciencia compartida de nuestra común humanidad y de solidaridad con el organismo viviente que es la Tierra. Conforme avanzamos hacia esa conciencia, debemos desarrollar la sabiduría para dirigirnos apropiadamente hacia los fines benéficos de las ciencias de la vida, incluyendo el floreciente campo de la ingeniería genética. En esto, siento que la perspectiva de las tradiciones religiosas y éticas del mundo pueden y deben hacer una importante contribución.
Un enfoque budista para la paz, creo yo, ofrece un importante terreno común con otras tradiciones. La causa de una paz verdaderamente global y duradera se puede profundizar más efectivamente expandiendo incesantemente los círculos de amistad y entendimiento a través del diálogo, el intercambio y la cooperación.
miércoles, noviembre 07, 2007
Cuidado!!! Peligro de Atasco.
Vaya, menudo trafico hay!!! tendría que haber salido antes... Seguro que se forma caravana y me quedo atrapada, estancada sin poder avanzar hasta mi destino... si lo llego a saber habría tomado otro camino...
Quién no ha vivido un atasco con la sensación, el sufrimiento, la ira y la queja porque pensaba, verdaderamente, que jamas, y subrayamos jamas, iba a llegar a su destino ? Sin embargo, los atascos, como muchas otras cosas en la vida, siempre se disuelven porque, aunque estemos casi detenidos, vamos dando pequeños pasitos que seguro nos llevaran a donde queríamos ir.
En la vida hay mas atascos de los que deseamos y algunos los podemos evitar, sabiendo de antemano que hay otras posibilidades, reflexionando antes de salir en coche y eligiendo el tren, por ejemplo, o madrugando, simplemente. Pero otros aparecen y cuando nos damos cuenta estamos inmersos en ellos quizá porque perdimos la ilusión de buscar alternativas a nuestro viaje, decidimos no explorar nuevas rutas, preguntar a alguien, o simplemente preguntarnos a nosotros mismos como hacer para evitar caer de nuevo en esa situacion.
Ya con el simple hecho de buscar una salida a lo que no nos gusta abrimos una puerta, primero dentro de nosotros, de esperanza y de renovación, y seguramente, nuevas posibilidades para seguir avanzando paso a paso.
Es curioso porque no todo el mundo vive igual un atasco y si miramos alrededor, vemos a familias que aprovechan para charlar, alguien que escucha música y canta, en otro coche el copiloto se detiene en el paisaje... Tienen una perspectiva distinta de "esa gran catástrofe" y gracias a eso no sufren.
Además, si estamos convencidos de que vamos a llegar, porque no dejamos de dar pasos hacia delante, aunque sea de forma mas lenta, podemos convertir esa situación en una oportunidad para buscar esa nueva estrategia que poner en practica a partir de ahora.
"La base de todo esta en un espíritu firme. Encuentra soluciones a los problemas con esperanza, tenacidad y serenidad." Daisaku Ikeda
Gosho La herencia de la Ley suprema
Acabo de leer cuidadosamente su carta. Para responder, la ley fundamental de la vida y la muerte, tal como fue transmitida por el Buda a todos los seres vivientes, es Myoho-Renge-Kyo. Los cinco caracteres de MyohoRenge-Kyo (1) fueron transferidos por los dos Budas, dentro de la Torre del Tesoro, Shakyamuni y Taho, al Bodhisattva Jogyo, llevando a cabo un legado inquebrantable desde el pasado infinito. Myo representa la muerte y ho representa la vida. La vida y la muerte son las dos fases por las que atraviesan las entidades de los Diez Mundos, las entidades de todos los seres sensibles que encarnan la ley de causa y efecto (renge).
T’ien-t’ai, dijo, “Usted debe entender que las acciones y las reacciones que se relacionan entre sí de los seres sensibles y sus entornos, todas manifiestan la ley de la simultaneidad de causa y efecto”. (2) “Los seres sensibles y sus entornos”, aquí significan la realidad de la vida y la muerte. La ley de la simultaneidad de causa y efecto claramente funciona en todo lo que vive y muere.
El Gran Maestro Dengyo dijo, “El nacimiento y la muerte son las funciones misteriosas de la esencia de la vida. La realidad fundamental de la vida radica en la existencia y la no existencia” (3). Ningún fenómeno, el cielo o la tierra, Yin o Yang (4), el solo la luna, los cinco planetas (5), o alguna de las condiciones de vida, desde el Infierno hasta la Budeidad - están libres de nacer y morir. Por lo tanto, la vida y la muerte de todos los fenómenos son simplemente las dos fases de Myoho-Renge-Kyo. En su Maka Sh¡kan, T’ien-t’ai dice, “El emerger de todas las cosas es la manifestación de su naturaleza intrínseca, su extinción y su retiro de la naturaleza a su estado latente”. (6) Los Budas Shakyamuni y Taho también son las dos fases de la vida y la muerte.
Shakyamuni quien logró la iluminación hace incontables eones, el Sutra del Loto que conduce a toda la gente hacia la Budeidad (7), y nosotros los seres humanos comunes, de ninguna manera somos diferentes, o estamos separados uno del otro. Por lo tanto, entonar Myoho-Renge-Kyo con esta realización es en sí heredar la ley fundamental de la vida y la muerte. Continuar con este legado es la tarea más importante de los discípulos de Nichiren y eso, precisamente es lo que significa abrazar el Sutra del Loto.
Para aquél que hace emerger su fe y entona Nam-Myoho-Renge-kyo con la profunda visual de que ahora es el último momento de su vida, el sutra proclama: “Después de su muerte, mil Budas extenderán sus manos para liberarlo de todos sus temores y evitar que caiga en los senderos malvados”. (8) ¡Cómo es posible reprimir nuestras lágrimas ante el júbilo indescriptible de saber que no sólo uno o dos, cien ni doscientos, sino más bien mil Budas vendrán a recibirnos con los brazos abiertos!
Aquél que no tiene fe en el Sutra del Loto encontrará en cambio, sus manos firmemente agarradas por los guardianes del infierno, tal como lo advierte el sutra, “… después de su muerte, caerá en el infierno de incesantes sufrimientos” (9). ¡Cuán lastimoso! Los diez reyes del infierno (10) entonces lo enjuiciarán, y los mensajeros del cielo (11) que estuvieron con él desde su nacimiento, lo censurarán por sus acciones malvadas.
Sólo imaginese que aquellos miles de Budas, extendiendo sus manos a todos los discípulos de Nich¡ren que entonan Nam-Myoho-Renge-Kyo, son como muchos melones o fragantes flores que extienden sus esbeltas tallos Mis discípulos pudieron recibir y abrazare! Sutra del Loto en virtud de los fuertes lazos que habían formado con esta enseñanza en sus existencias pasadas. Con toda seguridad, han de lograr la Budeidad en el futuro. El legado del Sutra del Loto fluye dentro de las vidas de aquellos que nunca lo han abandonado en ninguna existencia - ya sea en el pasado, el presente o el futuro. Pero aquellos que no creen y calumnian al Sutra del Loto “destruirán las semillas para convertirse en Budas en este mundo”. (12) Porque se separan del potencial de obtener la iluminación, ellos no comparten el legado fundamental de la fe.
Todos los discípulos y los creyentes de Nichiren deben entonar Nam-Myoho-Renge-Kyo con una sola mente (¡tai doshin), trascendiendo todas las diferencias entre ellos (13), para convertirse tan inseparables como los peces y el agua en que nadan. Este lazo espiritual es la base para la transmisión universal de la ley fundamental de la vida y la muerte. Aquí radica el verdadero objetivo de la propagación de Nichiren. Cuando ustedes se unan de esta manera, aún la gran esperanza para el kosen-rufu puede lograrse sin fallar. Pero, si alguno de los discípulos de Nichiren rompiera la unidad de ¡tal doshin, él destruirá su propio castillo desde su interior.
Nichiren ha tratado de despertar a toda la gente del Japón a la fe en el Sutra del Loto para que ellos también puedan compartir el legado y lograr la Budeidad. Pero, en su lugar, me han atacado una y otra vez, y finalmente me han desterrado a esta isla. No obstante, usted ha seguido a Nichiren, y como resultado, ha encontrado sufrimientos. Me causa una profunda pena al pensar en su agonía. El oro no puede ser ni quemado por el fuego, ni oxidado, ni arrasado por el agua, pero, el hierro es vulnerable a ambos. Una persona sabia es como el oro y un tonto, como el hierro. Usted es como el oro puro porque abraza el “oro” del Sutra del Loto. El Sutra del Loto dice en parte, ‘Sumeru es la más sublime de todas las montañas. De igual forma, el Sutra del Loto es el más sublime de todos los Sutras”. (14) También afirma, “La buena fortuna del creyente no puede ser quemada por el fuego, ni arrasada por el agua (15).
Deben ser los lazos del karma del pasado distante que le ha destinado a convertirse en mi discipulo en una época como ésta. Los Budas Shakyamuni y Taho con certeza han percibido esta verdad. La afirmación del sutra, ‘existencia tras existencia, ellos siempre nacieron juntos con sus maestros en las tierras del Buda a través del universo” (16), no puede ser de ninguna manera falsa.
¡Cuán admirable es que usted haya preguntado acerca de la transmisión de la ley fundamental de la vida y la muerte! Nadie nunca antes me había formulado una interrogante así. Le he contestado detalladamente en esta carta, de modo que quiero que la lleve en lo más profundo de su corazón. El punto importante es que lleve a cabo su práctica confiado en que Nam-Myoho-Renge-Kyo es la misma línea sanguínea que fue transferida de Shakyamuni y Taho, al Bodhisattva Jogyo.
La función del fuego es arder y dar luz. La función del agua es la de lavar el sucio. Los vientos soplan el polvo y dan vida alas plantas, a los animales y a los seres humanos. La tierra sustenta a la hierba y a los árboles, y el cielo proporciona la humedad nutritiva. Myoho-Renge-Kyo también funciona en todas estas formas. Es el racimo de bendiciones aportado por los Bodhisattvas de la Tierra. El Sutra del Loto dice que el Bodhisattva Jogyo deberá aparecer ahora y propagar esta enseñanza en el Último Día de la Ley, pero, ¿acaso ha sucedido esto realmente? Ya sea que el Bodhisattva Jogyo ya haya aparecido o no en este mundo, Nichiren, por lo menos, ha comenzado a propagar esta enseñanza.
Debe tomar la resolución de hacer emerger el gran poder de su fe y entonar Nam-Myoho-Renge-Kyo, con la oración de que su fe sea férrea y correcta al momento de su muerte. Nunca busque otra forma de heredar la ley fundamental ni de manifestarla en su vida. Sólo entonces podrá comprender que los deseos mundanos son iluminación y los sufrimientos de la vida y la muerte son nirvana. Seria inútil abrazar el Sutra del Loto sin la linea sanguinea de la fe.
Siempre estoy dispuesto a aclarar cualquiera otra pregunta que pueda tener.
Con mi profundo respeto,
Nichiren, el Shramana del Japón.
El undécimo día del segundo mes en el noveno año de Bun’ei (1272).
Citas:
1 Los cinco caracteres de Myoho-Renge-Kyo: Los cinco caracteres son rnyo, ho, ren, ge y kyo. En los escritos del Daishonin Myoho-Renge-kyo a menudo se sustiye por Nam-Myoho-Renge-Kyo.
Hokke Gengi, vol. 7
2 Tendal Hokkeshu Gozu Homon Yosan, vol. 5.
4 Ying y Yang: Los dos principios universales de la antigua filosofia China. Yin es el principio negativo, obscuro y femenino; Yang es el principio positivo, brillante y masculino.
Cinco Planetas: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Los planetas más distantes eran desconocidos en el siglo 13 en el Japón.
6Maka St?¡kan, vol. 5.
7 Nichiren Daishonin utiliza el nombre de Shakyamuni para indicar el Buda, y el Sutra del Loto indica el Gohonzon. Poí lo tanto, desde la perspectiva del Budismo del Daishonin, este pasaje significa que el Buda original de kuon ganjo. el Gohonzon que gula a la gente a la Budeidad y nosotros la gente común no somos diferentes ni estamos separados uno del otro.
~El Sutra del Loto, cap. 28.
9 El Sutra del Loto, cap. 3.
12 Los Diez Reyes del Infierno: figuras simbólicas de la tradición religiosa popular. Un concepto Chino consideraba el infierno como una corte demoníaca de ley en la cual los muertos eran juzgados por sus acciones malvadas.
Los mensajeros celestiales: Dosho y Domyo que se dice habitan en nuestros hombros desde el nacimiento y obsenvan todos nuestros actos. Ellos simbolizan las funciones de la ley de causa y efecto en la vida explicada por el Budismo.
12 El Sutra del Loto, cap. 3.
13 Trascendiendo todas las diferencias entre ellos: Esta frase podría interpretarse literalmente como “sin pensar en uno ni en otro”. Esto no es una negación de la individualidad sino más bien nos insta a cerrar la brecha que surge entre la gente debido al egoísmo y la desconfianza.
14E1 Sutra del Loto, cap. 23.
15 Ibid.
15 Ibid., cap. 7.
El general Tigre de Piedra
El siguiente material ha sido extraído de Los principales escritos de Nichiren Daishonin, vol. 1, págs. 229 a 232.
En el vigésimo segundo día de este mes, recibí todo lo que usted me envió desde Shinano: tres kan1 de monedas, un saco de arroz descascarillado, cincuenta tortas de arroz, un recipiente grande y otro chico de sake, cinco fardos de caquis secos y diez granadas, así como la lista que acompañaba las ofrendas.
Un soberano es respaldado por su pueblo, y éste, a su vez, vive bajo la protección de aquel. Las ropas nos protegen del frío, y el alimento nos nutre, así como el aceite mantiene ardiendo una lámpara, y el agua resguarda a los peces. Las aves anidan en lo alto de los árboles, por temor a que los hombres las cacen, pero bajan a comer y allí quedan capturadas en las trampas. Los peces que viven en el fondo de los estanques temen que estos sean demasiado poco profundos y cavan fosos para ocultarse. Pero, tentados por el cebo, muerden el anzuelo. De todos los tesoros que el hombre posee, ninguno es tan valioso como el alimento y la bebida, las ropas y los medicamentos.
Yo, Nichiren, no tengo tan buena salud como otros y, además, habito en este bosque de montaña. Este año fue especialmente difícil; hubo epidemias muy extensas y hambru-nas en la primavera y el verano, que se agravaron en otoño y en invierno. Mi enfermedad también empeoró, pero usted prescribió diversos remedios y me los envió, junto con ropas acolchadas de seda. Gracias a sus reme-dios, mejoré constantemente; ya me recuperé y me siento mucho mejor que antes. El Yuga Ron del bodhisattva Maitreya2 y el Dai Ron del bodhisattva Nagarjuna señalan que si la enfermedad de uno está causada por el karma inmutable, hasta el remedio más exce-lente actuará como un veneno; pero si uno cree en el Sutra del Loto, el veneno se convertirá en medicina. Aunque Nichiren es indigno, propaga el Sutra del Loto; por lo tanto, las funciones demoníacas han competido para privarlo de alimentos. Ya que lo comprendo bien, no lo lamento, pero creo que esta vez sobreviví sólo gracias a que el buda Shakyamuni lo envió a usted en mi ayuda.
Con respecto a otro tema, estaba sumamente preocupado por su viaje de regreso, la última vez, y fue una inmensa alegría escuchar que había llegado a salvo a Kamakura. Era tan grande mi ansiedad, que a todos los que llegaban de Kamakura les preguntaba qué sabían de usted. Uno me dijo que lo había visto en Yumoto, y otro me comentó que lo había encontrado más lejos, en Kozu. Cuando un tercero me dijo que lo había visto en Kamakura, sentí un inmenso alivio. De hoy en adelante, no me venga a ver, a menos que sea absolutamente imprescindible. Cuando tenga algo urgente que informarme, envíe a un mensajero. En verdad, me preocupé muchísimo a raíz de su último viaje. Para poder atacarlo, el enemigo tratará de sorprenderlo desprevenido. Si tiene que viajar, no escatime gastos y monte en un buen caballo. Que sus mejores soldados lo acompañen, para defenderlo de cualquier ataque sorpresivo, y elija un corcel que pueda llevarlo fácilmente aun cuando usted vista su armadura.
En el octavo volumen del Maka Shikan y en el octavo volumen del Guketsu de Miao-lo dice: “Cuanto más poderosa es la fe, mayor es la protección de las deidades”. Esto significa que la protección de las deidades depende de la fortaleza de nuestra fe. El Sutra del Loto es una filosa espada, pero su poder depende de quien la esgrime.
Entre quienes propagan este sutra en el Último Día de la Ley, ¿quién podría compararse con Shariputra, Mahakashyapa, Kannon, Myo’on, Monju y Yakuo? Shariputra y Mahakashyapa, que pertenecían a los dos vehículos, habían destruido todas las ilusiones del pensamiento y del deseo, con lo cual se liberaron de los seis caminos. Los demás, todos bodhisattvas, habían erradicado las cuarenta y una ilusiones3 y se acercaban a la perfección, como la luna de la cosecha en la noche anterior al plenilunio. No obstante, el buda Shakyamuni se negó a confiar a cualquiera de estas personas la misión de propagarlo y, en cambio, se la encomendó a los Bodhisattvas de la Tierra. Así, estos Bodhisattvas de la Tierra son los que habían forjado su fe por completo.
La madre del general Li Kuang4 fue devorada por un tigre feroz. El valeroso guerrero acechó a la bestia y la atravesó con una flecha, pero entonces descubrió que lo que había visto era sólo una roca. La flecha se había clavado en lo profundo de la piedra. Sorprendido, trató de repetir su hazaña, pero no pudo perforar la roca por segunda vez. Luego, llegó a ser conocido como el general Tigre de Piedra. La fortaleza de propósito de usted es comparable a la de él. Aunque los enemigos lo han acechado en emboscada, su fe resuelta en el Sutra del Loto le permitió repeler las persecuciones aun antes de que éstas comenzaran. Consciente de esto, usted debe fortalecer su fe con la mayor firmeza. Es imposible decir todo lo que quiero en una sola carta.
Con mi profundo respeto,
Nichiren.
De mi puño y letra.
En el vigésimo segundo día del décimo mes intercalar, en el primer año de Koan (1278).
1 Kan: Antigua unidad monetaria del Japón.
2 Maitreya: No se trata del discípulo cercano que vivió en la misma época que Shakyamuni, sino de un erudito budista del siglo III o IV, que vivió en la India. El Yuga Ron, o Yugashiji Ron (en sánsc.: Yogacarabhu-mi-sastra) es su obra principal.
3 Cuarenta y una ilusiones: Las últimas enseñanzas de Shakyamuni dividen la ilusión en cuarenta y dos categorías. La última es la oscuridad fundamental de la vida, que existe en forma innata.
4 Li Kuang (fall. 119 a.C.): General de la dinastía Han temprana. Según el Shih Chi, o Registro del historiador, cap. 109, sirvió al emperador Wu y sobresalió en arquería. La historia de su venganza contra el tigre figura en el Konjaku Monogatari Shu (Cuentos de hace tiempo), vol. 10, que relata que su madre fue asesinada por un tigre, mientras que, en otra versión, el que murió así fue su padre.
Antecedentes:
Esta carta fue escrita en octubre (intercalar) de 1278, cuando el Daishonin estaba sufriendo de una enfermedad. Evidentemente, Shijo Kingo lo había visitado para tratarlo. El Daishonin describe vívidamente las dificultades que enfrentaba en su solitario retiro y expresa su gratitud por los diversos obsequios recibidos: comida, ropa y medicamentos.
En el otoño de 1277, se había extendido por todo el Japón una virulenta epidemia, y precisamente cuando las cosas empeoraban para Kingo, el señor feudal Ema contrajo la enfermedad y estuvo a punto de fallecer. Con anterioridad, éste había privado a Kingo de sus tierras; ahora, en una condición crítica, no tuvo otra opción que pedirle a Kingo que lo tratara. Ema se recuperó rápidamente y, al año siguiente, recompensó a Kingo con generosidad devolviéndole los feudos que le había confiscado. Recuperó su plena confianza en él y le asignó tres nuevos terrenos.
Sin embargo, la vida de Kingo todavía estaba en peligro, porque sus compañeros samuráis estaban intensamente celosos, a raíz de los favores que estaba recibiendo. El Daishonin le aconseja que, en el futuro, evite el peligroso trayecto al monte Minobu. Le advierte que sea cuidadoso cuando viaje y que tenga una fe fuerte para continuar disfrutando de la protección de las funciones del universo.Disminur la Retrobución Kármica
Habían dos hermanos llamados: Suri y Handoku. (1) Ambos respondían al nombre de Suri Handoku. Ustedes, tres creyentes son como ellos. Cuando uno de ustedes viene, siento como silos tres estuvieran aquí conmigo.
El Sutra de Nirvana enseña el principio de disminuir la retribución kármica. Si el pesado ka rma del pasado no se expía en esta existencia, se deberán soportar los sufrimientos del infierno en e! futuro, pero si experimenta extrema dificultad en esta vida, los sufrimientos del infierno se desvanecerán instantáneamente. Cuando muera obtendrá los beneficios de Éxtasis y Tranquilidad, así como aquellos de los tres vehículos y del supremo vehículo. El Bodhisattva Fukyo no fue maltratado y humillado, apedreado y golpeado con varas, sin razón. El probablemente calumnió la Ley Verdadera en el pasado. La frase “después de expiar sus pecados” (2) indica que debido a que el Bodhisattva Fukyo sufrió persecuciones, él pudo erradicar sus faltas de existencias anteriores.
Los veinticuatro sucesores (3) fueron todos emisarios del Buda, quien había pronosticado su advenimiento. De éstos, el décimo quinto, Bodhisattva Kanadeva, fue muerto por un Brahmán, y el vigésimo cuarto, Aryasinha, fue decapitado por el Rey Danmira. Buddhamitra y el Bodhisattva Nagarjuna, también sufrieron muchas persecuciones. Pero otros propagaron el Budismo bajo la protección de reyes devotos, sin encontrar persecuciones. Esto parecería mostrar que existen países tanto buenos como malos en el mundo, y por consiguiente, hay dos formas de propagación shoju y shakubuku. Las persecuciones ocurrieron aún en el Primer y Medio Día de la Ley, aún en la India, el centro del Budismo. Ahora es el principio del Último Día de la Ley y esta nación está muy lejana de la India. Por lo tanto, esperaba que surgieran persecuciones y yo las he estado aguardando durante mucho tiempo.
Expliqué este principio hace mucho tiempo atrás, de modo que no debe ser nuevo para ustedes. Kangyo soku es una de los seis niveles de la práctica en la enseñanza perfecta. Esto significa que uno actúa según habla, y habla según actúa. Aquellos en 105 niveles de ri-soku y myoji-soku creen en la enseñanza perfecta, pero aunque ellos la alaben, sus acciones fallan en reflejar sus palabras. Por ejemplo, muchas personas estudian los libros de los Tres Grandes Gobernantes y los Cinco Emperadores (4), pero no hay un caso en diez millones donde la sociedad sea gobernada como enseñaron aquellos antiguos sabios chinos. Así, es muy difícil establecer la paz en la sociedad. Uno puede recitar al pie de la letra el Sutra del Loto, pero es mucho más difícil practicar tal como éste enseña. El capítulo Hiyu dice: “Ellos despreciarán, odiarán, envidiarán y guardarán rencor en contra de aquellos que leen, reciten, transcriben y abracen este Sutra”. El capítulo Hosshi dice, “Debido a que el odio y los celos abundan aún durante la vida del Buda, ¿cuánto peor será ene! mundo después de su muerte?”. El capítulo Kanfi afirma: “Ellos nos atacarán con espadas y varas … seremos desterrados una y otra vez”. El capítulo Anrakugyo asevera: “La gente estará llena de hostilidad y será extremadamente difícil creer”. Estas citas son del sutra, pero no hay manera de saber cuándo estas profecías se cumplirán. En el pasado, el Bodhisattva Fukyo y el Sacerdote Kakutoku leyeron y vivieron estos pasajes. Pero fuera del Primer y Medio Día de la Ley, ahora en el Último Día, en todo elJapón. únicamente Nichiren parece haberlo hecho así. Por mi actual situación, puedo imaginarme bien cómo los seguidores,parientes, discípulos y creyentes deben haberse afligido cuando tantos de sus santos afrontaron persecuciones en los antiguos días de los malvados reyes.
Nichiren ahora se ha leído totalmente el Sutra del Loto. Aún una sola frase o pasaje asegurará la iluminación:
porque he leído el sutra por completo, mis beneficios serán mucho mayores. Aunque pueda parecer presuntuoso mi más ferviente deseo es permitir que toda la nación logre la iluminación. Sin embargo, en una época cuando nadie me presta atención, está más allá de mi poder. Termino ahora para ser breve.
Nichiren
El quinto día del décimo mes, ene! octavo año de Bun’eí (1271).
Citas:
1 Suri y Handoku: Hijos de una familia Brahmana en la época de Shakyamuni, se decía que eran tan estúpidos que no podían distinguirse entre ellos mismos; ambos corrían cuando se llamaba a cualquiera de los dos. El Daishonin compara su apego a la fuerte unidad de los tres creyentes de Shimousa.
2 Sutra del Loto, cap. 20.
3 El número y el orden de los sucesores del Buda difieren levemente de acuerdo a diferentes documentos. Esta traducción se basa en una lista completa del Daishonin que aparece en la Pág. 1103 del Gosho Zenshu.
4 Los Libros de los Tres Grandes Gobernantes y los Cinco Emperadores: Escritos que popularmente se asignan a ocho legendarios emperadores de la antigua China. Tradicionalmente se piensa que Confucio los incorporó en su obra, El Libro de Documentos, uno de sus Cinco Clásicos. Se conoce muy poco acerca del contenido de estos escritos, pero se dice que estos legendarios emperadores tuvieron un gobierno modelo.