“La
sabiduría del Sutra del Loto –Un diálogo sobre la religión en el
siglo XXI” (DLS – 1, 2, 3)
Los
participantes en el diálogo echan un vistazo a la realidad de la
vida humana y el medio ambiente de la tierra al terminar el siglo XX.
Ellos ven la situación como calamitosa, señalando la falta de
influencia que puede tener una sola persona en los eventos del mundo.
Encuentran el origen de la crisis que afronta la humanidad en la
pérdida de una filosofía de vida funcional. El presidente Ikeda
dice:
Algunos
dicen que el estado de ánimo preponderante en el mundo actual es la
impotencia. Sea cual fuere el caso, todos estamos muy conscientes de
que las cosas no pueden seguir como hasta hoy. Sin embargo, las
decisiones sobre temas políticos, económicos y ambientales parecen
tomarse en algún lugar muy fuera de nuestro alcance. ¿Qué puede
lograr hacer un individuo, en vista de las gigantescas instituciones
que gobiernan nuestro mundo? Este sentimiento de impotencia alimenta
un círculo vicioso que sólo consigue agravar el cuadro y alentar en
la gente la idea de que todo es inútil. (Seikyo
Times,
abril de 1995, pág. 37)
Entre
los participantes, no existe duda para declarar que la necesidad de
un cambio fundamental en lo que creen los humanos es del valor más
elevado. Ellos señalan que es el Sutra del Loto el que proporciona
el discernimiento fundamental de que la vida en sí es lo más
valioso
El
presidente Ikeda contrasta la desesperanza de la época actual con el
poder que se puede manifestar basados en la realización de la
esencia de la enseñanza del Sutra del Loto:
En
el extremo opuesto de esta percepción de impotencia, la filosofía
del Sutra del Loto nos enseña que cada instante de la vida abarca
tres mil estados posibles1
(ichinen
sanzen)
y nos orienta a aplicar esta enseñanza en nuestra vida diaria. El
principio de que un instante vital abarca tres mil estados nos dice
que la determinación esencial interior (ichinen)
de una persona puede transformar cualquier cosa. Esta enseñanza da
expresión suprema al potencial infinito y la dignidad inherente a la
vida de cada ser humano. (Seikyo
Times,
abril de 1995, pág. 37)
Ellos
discuten la diferencia entre conocimiento y sabiduría. Las
enseñanzas que tienen el poder para cambiar verdaderamente a cada
persona y el medio ambiente total no pueden ser transmitidas a la
manera en que se transfieren las acciones en Wall Street. De esta
forma, el presidente Ikeda presenta el tema del mentor y el discípulo
que será el eje de muchos de los episodios, principios y verdades en
los capítulos del Sutra del Loto:
El
conocimiento se puede transmitir de una persona a otra; la sabiduría,
por el contrario, no. La única forma de desarrollar sabiduría es
adquirirla a través de la experiencia personal. Es una de las
razones por las cuales el Sutra del Loto deposita tanto énfasis en
la relación de maestro y discípulo, una relación que exige a ambas
partes una entrega total de vida a vida. . (Seikyo
Times,
abril de 1995, pág. 42)
Reafirmando
la propagación del Sutra del Loto como el medio para que todos los
seres humanos alcancen la felicidad absoluta, los participantes
comprenden que el propósito del diálogo es comunicar la “sabiduría”
del Sutra del Loto que tocará el corazón de todas las personas.
Nichiren
Daishonin expuso la esencia del Sutra del Loto; por eso, estudiar el
Sutra del Loto es lo mismo que estudiar las enseñanzas del
Daishonin. Del mismo modo, el estudio de las enseñanzas del
Daishonin conduce a la comprensión del Sutra del Loto. Es como una
moneda que puede verse en sus dos caras. En consecuencia, cuando
analizamos el Sutra del Loto, no estamos sólo estudiando las
enseñanzas del buda Shakyamuni. Estamos emprendiendo la tarea mucho
más comprometida de explorar las enseñanzas del Daishonin con la
mira puesta en el futuro distante. (Seikyo
Times,
agosto de 1995, pág. 6)
Notas.
- “Tres mil reinos en un simple momento de vida” es un sistema filosófico expuesto por T’ien-t’ai de la China, basado en el Sutra del Loto. La expresión “tres mil” es una integración de los Diez Mundos, su posesión mutua, los diez factores y los tres reinos de existencia. Estos principios componentes pueden ser considerados como las tres mil condiciones que puede manifestar la vida en un simple momento.
Capítulo
Uno
Introducción
(DLS – 4, 5)
Este
es el capítulo inicial del Sutra del Loto y comienza, como lo hace
la mayoría de los sutras, con la frase “Esto es lo que yo
escuché”.
La
congregación es presentada con el Pico del Águila como escenario.
Hay una vasta asamblea de bodhisattvas, arhats1,
personas de los dos vehículos, humanos, reyes, dioses, seres
animales, demonios y otras criaturas. El Buda es asistido por decenas
de miles de discípulos y seguidores de diversos niveles de
iluminación. El sutra informa que Shakyamuni predicó el Sutra de
los Infinitos Significados y luego ingresó en una profunda
meditación llamada “el samadhi
del lugar de los infinitos significados”.
Surge
una discusión entre los bodhisattvas representativos de la gran
diversidad de la asamblea que se ha reunido en medio de los
maravillosos fenómenos que se despliegan mientras el Buda está en
profunda meditación. Ellos están de acuerdo en que todos son
presagios de que el Sutra del Loto está por ser predicado. De manera
similar, nosotros debemos buscar prodigios más profundos para
nuestra propia vida conforme leemos el Sutra del Loto. El presidente
Ikeda nos pide ser cuidadosos porque los eventos se están
desarrollando en muchos niveles.
El
señor Toda no quería que el Sutra del Loto fuese tomado como una
historia fantasiosa, alejada de la realidad. Ni que se creyera que el
Budismo era una abstracción inconsistente. Por otro lado, estaba
convencido de que el Sutra del Loto y el Budismo no tenían nada que
ver con la fantasía ni con la abstracción. Sabía positivamente que
el Sutra del Loto era la Ley de la vida, la Ley que existe en lo
profundo de cada persona.
Es
una película, de dimensiones colosales, proyectada sobre la pantalla
del universo entero. Todo el cosmos es el escenario del Sutra del
Loto; todos los budas han logrado su iluminación basados en la Ley
Mística. Y es el Sutra del Loto el que revela esa Ley fundamental,
Nam-myoho-renge-kyo. Como preludio a la presentación de dicha Ley,
suceden presagios sorprendentes en gran cantidad. (Seikyo
Times,
setiembre de 1995, pág. 23)
En
la Introducción, los principales bodhisattvas compartieron sus
experiencias del Sutra del Loto que habían sido predicados muchas
veces en el pasado de diversas maneras. En este entorno, ellos
comparan y correlacionan las muchas apariciones de los budas y las
diferentes formas en que fue expuesto el Sutra del Loto- Esto es
abarcado por el término “Sutra del Loto universal”.
La
verdad suprema es una sola, pero se la expresa de muy diversas
formas. No obstante ello, todas estas formas son el Sutra del Loto.
El Sutra del Loto universal es la enseñanza en la cual un buda
revela y hace accesible a la gente la Ley con respecto a la cual él
mismo está iluminado, la Ley para poder lograr la Budeidad, de tal
forma que las personas logren la auténtica felicidad y la
tranquilidad. (Seikyo
Times,
setiembre de 1995, pág. 25)
Después
de esto, ellos vuelven su atención a la frase inicial, “Esto es lo
que yo escuché” o “Así oí yo”. Como siempre, con nuestro
estudio del Sutra del Loto, aprendemos que la más corta de las
expresiones puede estar cargada de profundos significados. Los
participantes en el diálogo exploran profundamente el significado de
“Esto es lo que yo escuché”. En el Pico del Águila, en el año
475 a.C., la audiencia de Shakyamuni estaba compuesta principalmente
por discípulos llamados “los que escuchan la voz”. Como monje o
monja, la persona estaba en un camino en el reino del aprendizaje. La
meta de Shakyamuni era hacer que estos discípulos se automotivaran
para transformarse como bodhisattvas y que actúen con la
misericordia del Buda.
En
el texto del sutra, “Esto es lo que yo escuché” se refiere a las
palabras del discípulo Ananda, quien era un asistente personal de
Shakyamuni y estaba siempre presente y escuchando la prédica del
Buda. Ya sabemos que hay múltiples niveles en los cuales se puede
interpretar la enseñanza. El presidente Ikeda explica:
El
Daishonin aplica el principio de “texto, significado e intención”.
“Texto” se refiere al contenido literal del sutra. “Significado”
indica la doctrina o principio que dicho texto refleja. Cuando uno se
restringe a examinar sólo el aspecto literal de una escritura, se
queda en el umbral del "significado".
Pero
de nada sirve analizar en detalle el “texto” y el “significado”
del Sutra del Loto, si no llegamos a su corazón, es decir, a su
verdadera “intención”. El Daishonin llega a la conclusión de
que “’La sustancia de la doctrina’ no es otra que
Nam-myoho-renge-kyo” (Gosho
Zenshu,
pág. 709).
No
debemos leer el sutra como si fuera algo separado de nosotros mismos.
En cambio, deberíamos “escucharlo” para “aplicarlo a nuestra
propia vida”, como la “mismísima Ley de nuestro propio ser”.
(Seikyo
Times,
setiembre de 1995, págs. 27-28)
El
presidente Ikeda continúa para aclarar que la conexión más
profunda que atraviesa “Esto es lo que yo escuché” es el vínculo
de maestro y discípulo:
La
esencia de “Esto es lo que yo escuché” es la inseparabilidad
entre el maestro y el discípulo. Y esta es la quintaesencia de la
transmisión budista.
En
esta gesta humana que es la relación de maestro y discípulo, existe
mutua consonancia y respuesta entre el deseo de un buda de salvar a
todas las personas y el deseo del discípulo que quiere corporificar
y propagar las enseñanzas de su maestro. Y el epítome de esta
coincidencia es la frase “Esto es lo que yo escuché”. (Seikyo
Times,
setiembre de 1995, pág. 28)
- Arhat: Un “digno”, alguien que ha alcanzado el más elevado estado de iluminación del Hinayana. El Sutra del Loto insta a rechazar la meta de un arhat y, más bien, esforzarse por el más elevado estado de iluminación, el de la Budeidad.
Capítulo
Dos
Medios
hábiles (DLS – 6, 7, 8, 9)
El
capítulo “Medios hábiles” es el capítulo más importante de la
primera mitad (capítulos 1-14) del Sutra del Loto. El inicio del
capítulo explica que la sabiduría del Buda sólo puede ser
comprendida por los budas y aclara la razón del advenimiento de un
buda en un mundo para “abrir la puerta de la sabiduría del Buda a
todos los seres vivientes”.
Después
de esta declaración del buda Shakyamuni, Shariputra le suplica que
explique más. El Buda se rehusa debido al potencial para la calumnia
entre aquellos que rechazan el sutra. Después de la tercera súplica,
el Buda acepta predicar este maravilloso sutra. La esencia de la
revelación hecha por Shakyamuni es que hasta este punto de sus
enseñanzas, ha habido tres vehículos o maneras de autodesarrollo:
los mundos de Aprendizaje, Realización y Bodhisattva. El Buda
rechaza esta idea y dice que sólo hay un vehículo, la Budeidad.
Reafirmando esto varias veces, Shakyamuni explica lo extraordinario
que es que alguien pueda escuchar acerca del Vehículo Único
El
punto de “Medios hábiles” es que estos son mecanismos de
enseñanza que pretenden conducir al oyente a una comprensión más
extensa. Aún más, la transformación necesaria es la de despertar
realmente el corazón hacia la misericordia genuina y luego luchar
para desarrollar el coraje para actuar basado en ello. “Medios
hábiles” es el método educacional perfecto para mostrarle a la
gente cómo revelar su propia naturaleza de Buda. El presidente Ikeda
dice:
En
el capítulo “Medios hábiles”, Shakyamuni dice: “He expuesto
mi enseñanza a través de diversas causas y de diversas analogías”.
El Buda emplea diferentes causas y analogías, según sea la
capacidad de quienes lo escuchan, para conducirlos al camino
correcto. Esta capacidad del Buda se denomina “el poder de los
medios hábiles”, y significa saber precisamente qué enseñar a
cada individuo en cualquier situación dada.
En
otras palabras, es la capacidad de percibir el preciso estado de vida
que tiene cada individuo, y la sabiduría de escoger la enseñanza
más apropiada para cada persona. Es, también, el poder de la
misericordia que busca nutrir a cada individuo, para que pueda
manifestar su Budeidad. El origen de todas estas aptitudes y
facultades es la profunda e inmensurable sabiduría del Buda. (Seikyo
Times,
diciembre de 1995, pág. 11)
El
capítulo “Medios hábiles” contiene la revelación más profunda
del medio secreto y místico. Se refiere al hecho de que es conocido
y comprendido sólo por los budas que todos los seres vivientes son,
en sí, budas. En los términos de los Diez Mundos, el mundo de la
Budeidad está escondido en la vida de las personas de los nueve
mundos. Todos los sufrimientos de los nueve mundos actúan como la
fuerza motivadora ideal para nuestra práctica budista para alcanzar
la Budeidad. Existe una relación interdependiente tal que la
Budeidad no existiría en realidad a menos que existan los nueve
mundos
El
capítulo “Medios hábiles” también contiene los bloques
constructores del principio de los “tres mil reinos en un simple
momento de vida”.
Capítulo
Tres
Parábolas
y semejanzas (DLS – 10)
En
este capítulo, encontramos la figura de Shariputra danzando de
alegría, por haber logrado un avance escuchando el capítulo “Medios
hábiles” del cual, dice él, “obtuve algo que nunca antes tuve”.
Esta es la comprensión de que alcanzará la Budeidad. Sin embargo,
todavía hay importantes discípulos y otros presentes que no
comprenden esto. Por esta razón, Shariputra le pide al Buda un mayor
esclarecimiento acerca de los tres vehículos que ahora se han
convertido en el Vehículo Único. El Buda responde narrando la
“Parábola de los tres carros y la casa en llamas”. Un padre
retorna y encuentra que sus hijos están jugando en una gran casa que
está llena de un gran peligro porque está incendiándose. Los niños
están tan absortos en sus juegos que no escuchan sus advertencias.
Para atraerlos de estos horrendos apuros, el padre les promete tres
carros de bueyes si salen a salvo. Cuando los niños eventualmente
salen de la casa en llamas ven que su padre les ha proporcionado un
“Gran carruaje tirado por un buey blanco” que aparece descrito en
la peculiar combinación de superlativos y detalles que caracteriza
al Sutra del Loto
Esta
parábola es una obvia metáfora para el principio del reemplazo de
los tres vehículos de Aprendizaje, Realización y Bodhisattva con el
Vehículo Único de la Budeidad. Esta parábola en particular es la
primera de las siete que aparecen en el Sutra del Loto. Está
descrita en prosa y luego reafirmada en verso, la sección más larga
de poesía en todo el sutra. Como dice el presidente Ikeda:
Los
seres vivientes, sumergidos en la necedad y la ignorancia, no
reconocen que la casa en que habitan está incendiándose. Pero, del
mismo modo, tampoco reconocen que su propia vida contiene la vida del
Buda. A través de parábolas, el Buda busca hacerles tomar
conciencia de la naturaleza espléndida y magnífica que poseen en su
interior. (Seikyo
Times,
julio de 1996, pág. 11)
Los
temas distintivos de las muchas parábolas tales como “La parábola
de la ciudad fantasma” o “La parábola de la joya en la túnica”
han tocado cuerdas en millones de corazones, haciendo del Sutra del
Loto uno de los más diseminados en el mundo. No obstante, las
parábolas tienen un significado mayor que el de una simple historia.
El presidente Ikeda explica:
Escuchar
las diestras parábolas y analogías del Buda y declarar “¡Sí,
entendí!” no constituye una comprensión acabada. La verdadera
comprensión, bien profunda, es la que genera una transformación en
toda la vida. Por su misma naturaleza, la comprensión, implica
transformación. Cuando uno accede a un estado de vida más elevado,
nace la sabiduría. Por eso los discípulos que escucharon y
comprendieron de verdad las enseñanzas del Buda pudieron emplear
parábolas mayores. (Seikyo
Times,
julio de 1996, págs. 28-29)
El
verdadero significado de las parábolas del Sutra del Loto está en
que son “idénticas a la Entidad de la Ley”. Las parábolas son
comparadas con nuestras experiencias en la práctica del Budismo:
Lo
mismo se aplica a nosotros. Nuestra experiencia individual de haber
triunfado sobre los problemas llena de coraje y esperanza a muchas
otras personas. En otras palabras, el relato de nuestra victoria
personal se convierte en una parábola para expresar el poder de la
Ley Mística. Y los que escuchan nuestra experiencia pueden
compartirla con los demás.
El
señor Makiguchi inició el movimiento de reuniones de diálogo,
centrado en los miembros, para que pudiesen compartir sus
experiencias en la fe. Enseñaba la Ley Mística, no mediante teorías
difíciles, sino a través de vivencias personales, fáciles de
comprender
Cada
experiencia individual es una parábola de la Ley Mística, que todo
lo abarca e impregna. Y la reunión de diálogo, basada en compartir
estas vivencias individuales, es una representación contemporánea
del capítulo “Parábolas y semejanzas”, una versión moderna de
las siete parábolas del Sutra del Loto, un tesoro de parábolas
infinitas.
Las
analogías son una esencia fragante, que se elabora destilando
misericordia y sabiduría. La Soka Gakkai inició una revolución en
la forma de propagar el Budismo, porque adoptó el mismo método que
el Sutra del Loto. El espíritu de las parábolas del Sutra del Loto
vive en los sesenta y cinco años de historia de la Soka Gakkai. Y
seguiremos escribiendo más páginas brillantes, donde quede
constancia de la amplia propagación del Sutra del Loto, de
Nam-myoho-renge-kyo, día tras día. Porque esta historia será
transmitida eternamente a las generaciones del mañana. (Seikyo
Times,
julio de 1996, pág. 31)
Capítulo
Cuatro
Creencia
y comprensión (DLS – 11)
Ahora
que Shakyamuni ha expuesto “La parábola de la casa en llamas”,
aparte de Shariputra, ya son más los que danzan de alegría al saber
que ellos también podrán alcanzar la Budeidad. El fruto de la fe es
compartido entre los cuatro grandes hombres de saber: Subhuti,
Katyayana, Mahakashyapa y Maudgalyayana. Después de abrazar la fe en
el Vehículo Único del Buda y de propagar más esta “creencia y
comprensión”, los cuatro comunican “La parábola del hombre rico
y su hijo pobre”. Esta es la historia del hijo rebelde que es
reconocido por su padre y es atraído de vuelta a su casa. El hijo no
reconoce a su padre y se contenta con trabajar humildemente limpiando
el estiércol de los establos durante veinte años. Finalmente, él
desarrolla un respeto por sí mismo a través de consistentes
esfuerzos y puede heredar las tierras y propiedades de su padre. Esta
es una parábola que muestra la manera en que hemos olvidado nuestras
propias raíces de la vida del Buda interior. También muestra cómo
el Buda utiliza la misericordia a través de medios hábiles para
conducir a quien busca la verdadera identidad que siempre ha poseído.
Este capítulo evidencia claramente el principio de que debemos
obtener el ingreso al Vehículo Único del Buda mediante la fe.
Lo
importante es que en las palabras “creencia y comprensión” se
encuentran condensadas las cuestiones fundamentales del Budismo: la
fe y la sabiduría, la fe y la liberación (es decir, la
iluminación). En un sentido más amplio, esto se relaciona con las
cuestiones universales de la civilización y de la filosofía, es
decir, la fe y la razón, la creencia y el conocimiento. Es un
problema delicado en extremo, muy pertinente para muchas disciplinas,
como las ciencias cognitivas y la Psicología. El Budismo,
tradicionalmente, ha considerado estas cuestiones con meticulosidad.
(Seikyo
Times,
agosto de 1996, pág. 33)
Para
aquellos de nosotros que practicamos en el Último Día de la Ley, es
nuestra propia naturaleza de Buda de Nam-myoho-renge-kyo en lo
profundo de nuestra vida. Mediante nuestra experiencia, hemos
aprendido que nuestra fe y práctica no nos liberan de las
dificultades. Nuestra fe no es una especie de andamio que mantiene
unido a un ser humano débil. El presidente Ikeda explica:
La
fe postulada en el Sutra del Loto no brinda respuestas fáciles, no
es una vía de escape para esconder la cabeza de las dificultades que
presenta la vida humana. De hecho, rechaza las respuestas fáciles y
cómodas. En cambio, nos urge a esgrimir estas dos herramientas para
explorar la vida –me refiero a la creencia y la comprensión–,
nos insta a usarlas para desafiarnos sin cesar y trabajar en pos de
nuestro propio perfeccionamiento. Y, al mismo tiempo, nos brinda la
energía necesaria para acometer semejante labor. (Seikyo
Times,
agosto de 1996, pág. 41)
Capítulo
Cinco
La
parábola de las hierbas medicinales (DLS – 12)
Siguiendo
a la “Parábola del hombre rico y su hijo pobre”, Shakyamuni
alaba a los cuatro grandes hombres de Aprendizaje por su comprensión
respecto a la manera en que el Buda emplea los medios hábiles más
apropiados para conducir a todos hacia la iluminación. Para aclarar
más acerca de la misericordia del Buda hacia todos los seres
sensibles y no sensibles, Shakyamuni predica otra maravillosa
parábola. Es ésta la que le da nombre al capítulo. La historia
comienza con una descripción de gruesas nubes que cubren el mundo y
provocando la lluvia en toda la tierra por igual. Todos los árboles,
arbustos, pastos y hierbas medicinales reciben la misma cantidad de
humedad independientemente de su tamaño. Cada planta, sin
consideración de su diversidad, se beneficia por igual de la lluvia.
Shakyamuni compara a “El Que Así Llega” que predica el Vehículo
Único con la lluvia que hace que esta única Ley Maravillosa sea
escuchada por todos de manera que puedan alcanzar la felicidad
absoluta.
Y
dentro de una de literatura religiosa tan inmensa como el Sutra del
Loto, la parábola de las tres clases de hierbas medicinales y las
dos clases de árboles reviste un interés especial. Entre las siete
parábolas del Sutra del Loto, subraya como ninguna la diversidad de
los seres vivientes. Y, a través de ese énfasis, recalca la
igualdad de la misericordia del Buda. (Seikyo
Times,
setiembre de 1996, pág. 21)
Desde
la perspectiva del Budismo de Nichiren Daishonin, ¿qué podemos
aprender acerca de esta parábola que fortalezca nuestra fe y
práctica? Ciertamente, podemos usar la historia del sutra para
fortalecer la conclusión de que cada uno de nosotros es un ser
especial. Asimismo, hemos visto lo que encontrábamos tan lejano, que
la función del “medio secreto y místico” del Buda de
Nam-myoho-renge-kyo, es conducirnos e nuestra peculiar manera hacia
el mismo estado de vida. Además, como Bodhisattvas de la Tierra, en
la SGI, debemos extender esta misma oportunidad a todos. Como lo dice
el presidente Ikeda en la conclusión del diálogo sobre este
capítulo:
Yo
cito y analizo el Gosho con el deseo de transmitirle al mundo entero
el humanismo supremo, el estado de vida amplio e inmensurable del
Daishonin, quien declaró: “Los diversos sufrimientos de la
humanidad son los sufrimientos de una sola persona, Nichiren “
(Gosho
Zenshu,
pág. 758)
En
la parábola del capítulo “Hierbas medicinales”, dice que la
gran nube de la misericordia del Buda “cubre” en su totalidad los
miles de millones de mundos, es decir, el universo entero. ¿Cómo
podemos hacer para que la misericordia y el amor inmensos del Buda
original lluevan sobre el mundo entero? Este es el pensamiento que,
constantemente, ocupa mi mente; ésta es mi determinación incesante.
(Seikyo
Times,
setiembre de 1996, pág. 31)
Capítulo
Seis
La
anunciación de profecías (DLS – 13)
Se
han narrado varias parábolas y muchos miembros de la audiencia han
llegado a reconocer el Único Vehículo del Buda. También han
comprendido que el propósito de los medios hábiles empleados por el
Buda era permitirles avanzar a lo largo del Camino del Buda. En esta
coyuntura, Shakyamuni hace la predicción de la iluminación de uno
de los hombres de Aprendizaje más importantes, Mahakashyapa. Se
llamará buda Luz Brillante. El sutra alaba en el texto y los versos
la belleza y maravilla de lo que será el reino del buda Luz
Brillante. Los demás hombres de Aprendizaje, que han llegado a
reconocer el error de sus perspectivas, albergan dudas respecto a que
ellos también podían alcanzar esta misma meta. Shakyamuni no los
mantiene en suspenso por mucho tiempo. Luego, él hace una profecía
de que sus discípulos mayores se convertirán en budas y les da los
nombres de esos budas. Al final del capítulo, Shakyamuni emite la
profecía de que todos los discípulos del mundo de Aprendizaje
alcanzarán la Budeidad en el futuro.
Este
es un suceso extraordinario y puede ser comparado con el sol saliendo
en medio de la noche. En todos los sutras budistas previos, el
objetivo de los mundos de Aprendizaje, Realización e incluso al
inicio del camino del bodhisattva realmente no se incluía el
objetivo de alcanzar la Budeidad. Quienes habían puesto su fe en los
dos vehículos y no habían despertado al Único Vehículo del Buda
(tal como está revelado en el Sutra del Loto) no podían ni siquiera
emprender la jornada. Dentro del contexto de todas las enseñanzas de
Shakyamuni, este sutra no deja de ser revolucionario. Por esta razón,
todos los discípulos danzaban de alegría.
Existen
algunas lecciones adicionales que deben ser aprendidas del capítulo
“La anunciación de profecías”. Es importante que alentemos a
nuestros compañeros seres humanos de manera concreta y efectiva. El
presidente Ikeda explica la intención de Shakyamuni cuando hizo las
profecías, y cómo podemos interpretarlos en nuestra interacción
con los amigos miembros de la SGI:
La
concesión de profecías tiene el efecto de eliminar la
intranquilidad que los discípulos habían sentido en lo profundo de
su vida y darles una profunda serenidad espiritual. A través de
estas profecías que Shakyamuni concede, para asegurarles que
manifestarán la Budeidad sin falta, logran tener una tremenda
convicción en el futuro. (Seikyo
Times,
octubre de 1996, pág. 22)
Originariamente,
“anunciación de profecías” significaba dar una clara respuesta,
para resolver las dudas que la gente pudiese tener en el corazón.
Los líderes siempre deberían hablar de un modo claro y directo. La
ambigüedad es perversa, porque provoca inquietud y confusión en los
demás. Y dar confianza a la gente es el factor clave en la
“anunciación de profecías”. (Seikyo
Times,
octubre de 1996, págs. 21-22)
Como
se mencionó, la profecía del Buda para los hombres de Aprendizaje,
llegan con una brillante descripción de la época y la tierra en las
que vivirá ese discípulo particular al alcanzar la Budeidad. Las
imágenes del reino y época particular de estos budas específicos
reflejan el carácter de cada discípulo tal como se manifestará en
sus respectivas vidas y tierras de Buda. Resumiendo el significado de
esta similitud, el presidente Ikeda dice:
Lo
importante de todo esto es que al manifestar la Budeidad, la
personalidad y toda la experiencia vital de estos discípulos
pudieron resplandecer de virtuosos atributos iluminados. Mientras
tengamos fe, no habrá esfuerzo ni actividad que realicemos en vano.
Este es el gran beneficio del Sutra del Loto. (Seikyo
Times,
octubre de 1996, pág. 25)
Capítulo
Siete
La parábola
de la Ciudad Fantasma (DLS – 14)
Aun
cuando quedan algunos discípulos de Aprendizaje y otros que todavía
no consiguen el mensaje básico, en el capítulo siete vemos un
cambio en la prédica del Buda. Es casi como si estuviese preparando
a la audiencia para lo que vendría. Aún así, una vez más él
evoca su reafirmación del reemplazo de los tres vehículos por el
Único Vehículo del Buda. Lo hace mediante la historia de la
“Parábola de la ciudad fantasma”.
Aún
antes de la historia, existe la implícita revelación del extenso
vínculo kármico compartido con sus discípulos desde
sanzen-jintengo
(un período de tiempo inmensamente largo). Él utilizó este período
de tiempo sumamente largo para exponer el escenario y hablar de un
buda llamado Excelencia de la Gran Sabiduría Universal.
Para
representar esa inimaginable extensión de tiempo desde que existiera
Excelencia de la Gran Sabiduría Universal, Shakyamuni usa la imagen
de pulverizar la masa de tres
mil
mundos en partículas de polvo para ser utilizadas como contadores
para jintengo.
Estos son los kalpas
como granos de arena, a menudo considerados equivalentes a dieciséis
millones de años. De esta manera, Shakyamuni pudo hacer que la mente
de sus oyentes, trataran de captar la inmensa vastedad de la
perspectiva del tiempo y el espacio de la vida del Buda.
Antes
de ingresar al camino de la práctica budista, Excelencia de la Gran
Sabiduría Universal era un rey mundano con dieciséis hijos. Él
abandonó la vida secular para buscar la Budeidad. Le tomó tiempo
completar la jornada. Después de su obtención de la iluminación,
sus dieciséis hijos, sus familias y millones de reyes celestiales y
de los que giran la rueda suplicaron al buda Excelencia de la Gran
Sabiduría Universal para que enseñe el Dharma verdadero, el Sutra
del Loto. Él privilegia su solicitud y predica el ciclo completo de
los sutras. Finalmente, predica el Sutra del Loto a lo largo de ocho
kalpas.
A continuación, sus dieciséis hijos enseñan y propagan el Sutra
del Loto a todos los seres de muchos mundos. Hacen que una cantidad
incalculable de estos seres busquen el Camino del Buda. Él establece
la conexión de estos seres vivientes interdependientes y se reúne
con los discípulos para escuchar el Sutra del Loto con la
declaración indeleblemente conmovedora: “Después de que ese buda
hubo pasado a la extinción, esas personas que habían escuchado la
Ley vivieron aquí y allá, en diversas tierras de buda, y
constantemente renacieron en compañía de sus maestros” (The
Lotus Sutra,
cap. 7, pág. 140). Previamente en la porción del texto, Shakyamuni
relata la saga completa del buda Excelencia de la Gran Sabiduría
Universal y sus dieciséis hijos todos los cuales habían sido
convertidos por su padre, se habían dedicado a la práctica de
bodhisattva, y finalmente, habían alcanzado la iluminación perfecta
en sus propias y respectivas tierras de buda. Shakyamuni explica que
él fue el decimosexto hijo y que esa era la razón por la que estaba
allí en el Pico del Águila predicando a las multitudes de seres
humanos y no humanos congregadas.
Shakyamuni
repite su declaración de que sus enseñanzas previas de los
múltiples vehículos deben ser reemplazados con el Vehículo Único
del Buda. A través de la verdadera entidad de la vida revelada en el
segundo capítulo, todos los seres son capaces de alcanzar la
Budeidad. Y ese Vehículo Único del Buda es el camino correcto hacia
la iluminación. Shakyamuni usa la “Parábola de la Ciudad
Fantasma” para permitir que sus oyentes capten esta verdad mediante
imágenes evocadoras. Es la historia de un grupo de viajeros con su
guía, en una dura jornada en el desierto. Los viajeros están
buscando una tierra afamada por estar llena de tesoros. Está muy
lejos y la jornada es más peligrosa y agotadora de lo que ellos
habían imaginado. El grupo está por abandonar la búsqueda.
Sintiendo esto y preocupado por el bienestar del grupo, el guía
utiliza sus poderes sobrenaturales para crear la ilusión de una
opulenta ciudad donde los viajeros pueden descansar y obtener
sustento. El descorazonado grupo se regocija al ver esta ciudad.
Cuando recuperan su vitalidad, el guía disuelve la ciudad ilusoria.
Él explica que están reanudando su viaje hacia la tierra de los
tesoros verdadera, que no está lejos.
Después
de narrar la parábola, Shakyamuni explica que el guía es en
realidad el Buda. La ciudad fantasma representa A los tres vehículos.
Estos son, en realidad, un medio hábil para conducir a las personas
hacia su verdadero destino, el Vehículo Único de la Budeidad. Si,
desde el comienzo mismo, el Buda hubiese anunciado la verdadera meta,
sus seguidores se hubieran resistido a emprender el viaje. De esta
manera, la ciudad evocada no es sino un alto en el camino hacia el
objetivo real. La ilusión es tan buena que los viajeros, viéndola
en la distancia, hacen el firme esfuerzo por llegar a ella y sienten
que han logrado algo. Es a través de esas formas que el Buda emplea
medios hábiles.
Desde
la perspectiva del Budismo de Nichiren Daishonin, existe la necesidad
de redefinir la jornada que se ha emprendido. El potencial para la
Budeidad existe en el fondo de nuestra vida. La práctica de la fe en
el Gohonzon y el estudio del Budismo son para revelar la Budeidad
interior. Entonces, ¿cómo debemos ver el viaje hacia la tierra de
los tesoros y la ciudad fantasma? El presidente Ikeda lo explica
desde la perspectiva de la Budeidad y los nueve mundos:
A
partir del texto del Sutra del Loto, sabemos que el líder hace
desaparecer la ciudad fantasma y que luego avanza hacia la ciudad de
los tesoros. Pero Nichiren Daishonin va más allá de dicha
interpretación y explica que la ciudad fantasma y la tierra de los
tesoros son una entidad inseparable, más que dos entes distintos.
(Seikyo
Times,
diciembre de 1996, pág. 29)
Si
el estado de Buda es el “fin” o el objetivo, los nueve estados
son el “proceso” que conduce hasta él. La idea de que sólo
llegamos a la Budeidad después de escapar de los nueve estados
implica una discontinuidad entre los nueve estados y el estado de
Buda –en otras palabras, implica pensar que los nueve estados no
contienen la Budeidad y viceversa. Pero, como lo indica el fragmento
precedente del “Registro de las enseñanzas transmitidas
oralmente”, la idea de que sólo logramos la Budeidad tras
erradicar las tres categoría de ilusión (ilusiones del pensamiento
y del deseo, ilusiones innumerables como partículas de polvo y arena
e ilusiones sobre la verdadera naturaleza de la existencia) pertenece
al pensamiento de las enseñanzas provisionales, anteriores al Sutra
del Loto.
La
verdadera intención de Shakyamuni al exponer el Sutra del Loto fue
esclarecer que los nueve estados contienen el estado de Buda, y que
los medios hábiles son, en sí mismos, la verdad. En consecuencia,
la ciudad fantasma y la tierra de los tesoros no son entidades
separadas o distintas. La ciudad fantasma es “idéntica” a la
tierra de los tesoros.
Desde
esta perspectiva, en realidad el proceso es el fin. En otras
palabras, manifestar la Budeidad no es un destino que aguarda al
final del camino de la práctica budista. En cambio, las acciones de
la persona que practica y difunde el Budismo son en sí mismas la
conducta de un buda. (Seikyo
Times,
diciembre de 1996, págs. 29-30)
Capítulo
Ocho
La
profecía de iluminación a los quinientos discípulos (DLS –15)
Una
gran excitación se generó ante la explicación de Shakyamuni
respecto a su conexión con pasadas existencias y con los discípulos
presentes en la prédica del Sutra del Loto en el Pico del Águila.
De la categoría de las personas que “escuchan la voz”, (personas
del estado de Aprendizaje) los principales discípulos Purna, Ananda,
Rahula y otros perciben la verdadera intención del Buda y el
significado del Vehículo Único de la Budeidad. Purna era conocido
por su gran elocuencia, al convertirse en el líder en la prédica de
la Ley. Él se acerca, hace una reverencia y se dirige a Shakyamuni:
El
Honrado por el Mundo es extraordinario, muy especial, ¡y sus
acciones raras veces se enfrentan! Adaptándose a las diversas
naturalezas de las personas de este mundo y empleando medios hábiles
e introspección, él les predica la Ley, alejando a los seres
vivientes de su avaricia y apego a esto o aquello. Los beneficios del
Buda son tales que no podemos expresarlos en palabras. Sólo el Buda,
el Honrado por el Mundo, es capaz de conocer el deseo que hemos
tenido en lo profundo de nuestro corazón desde el comienzo. (The
Lotus Sutra,
144)
Escuchando
el discurso de Purna, el Buda alaba sus tenaces esfuerzos para
predicar la Ley y nunca atraer la atención hacia sí mismo. Él hace
la predicción de que Purna, finalmente, se convertirá en un buda
llamado El Que Así Llega Ley Brillante. Shakyamuni describió las
magníficas tierras de buda que su vida pondría de manifiesto.
Además, había quinientos arhats
que también recibieron una profecía de iluminación.
La
promesa de iluminación para los que escuchan la voz en el capítulo
“La profecía de iluminación a los quinientos discípulos” es
muy significativa. Cuando ellos comprenden la rectitud de la
enseñanza del Vehículo Único de la Budeidad, despiertan su
misericordia para compartir esta enseñanza y su felicidad con muchas
otras personas. Hablando acerca de la intención de Shakyamuni al
predicar el Sutra del Loto, el presidente Ikeda comenta:
Pero
la verdadera intención del Buda no está contenida en el Hinayana.
El Buda no quería que sus discípulos terminaran siendo personas
centradas en ser salvadas, de modo que expuso el Sutra del Loto, que
deja en claro su auténtico propósito.
Lo
que deberían buscar, les dice a los que escuchaban la voz, no es la
iluminación del Hinayana, sino la sabiduría de Buda. Es como si les
manifestara: “Quiero hacer que todas las personas ingresen en la
sabiduría de Buda y eleven su estado de vida, para poder guiar
libremente a otros hacia la felicidad, tal como lo hace el Buda”.
Esta es su verdadera intención. (Living
Buddhism,
enero de 1997, págs. 40-41)
Fue
por esta razón que Shakyamuni alabó a Purna. Basados en el texto,
es evidente que las demás personas que escuchaban la voz –que
eran discípulos directos de Shakyamuni– pudieron aprender del
ejemplo de Purna y de la misericordia de su mentor, que ellos podían
alcanzar la misma transformación interior. Para demostrar su
comprensión de lo que habían obtenido, ellos narran la parábola de
la joya en la túnica. La historia trata de un hombre pobre que
visita a un viejo amigo. Le invitan comida y bebida. Embriagado por
el vino, se queda dormido. Teniendo que salir para cumplir un recado,
su anfitrión se preocupa por la condición de su indigente amigo. De
modo que cose una joya invalorable en el abrigo del mendigo. Al
despertar y encontrar a su amigo el hombre pobre abandona la casa.
Ignorando acerca de la valiosa joya cosida en su harapiento manto, él
deambula de tierra en tierra manteniéndose en terribles
circunstancias. Un día, el hombre pobre se encuentra nuevamente con
su viejo amigo. El amigo se conmociona al ver que el hombre pobre no
había utilizado la valiosa joya que él mismo cosiera en el manto de
su amigo tantos años atrás. Corta el manto y revela la brillante
joya en su interior. El amigo, que había tenido una pesada vida, se
regocija al saber que está en posesión de ese tesoro.
La
naturaleza de la joya inapreciable es que decidamos buscar una
sabiduría integrada, que deseemos alcanzar la Budeidad. Los
participantes en el diálogo sobre el sutra se refieren a la
comprensión de los que escuchaban la voz del capítulo de “La
ciudad fantasma” que ellos habían estado conectados con Shakyamuni
desde el remoto pasado de sanzen
jintengo.
Esto pone de manifiesto otro significado de la joya como el
inapreciable tesoro que el Buda, como un “buen amigo” del hombre
pobre, había implantado en su vida hace tanto tiempo. Como dice el
presidente Ikeda:
Regresan
a su “verdadera identidad”. Esto es el “despertar de los que
escuchan la voz”. Despiertan del “sopor ebrio de la oscuridad”
(es decir, de la ignorancia sobre la verdadera naturaleza de su
vida).
Aquí,
la palabra clave es “recordar”. Volver al punto primordial de
partida. Percibir que la Ley es el manantial del que brota su propia
existencia. Es cuestión de “regresar al yo verdadero”. La
embriaguez de la “oscuridad” había hecho que lo olvidaran.
(Living
Buddhism,
enero de 1997, pág. 47)
Capítulo
Nueve
Profecías
a adeptos y aprendices (DLS—15)
Hay
dos discípulos directos de Shakyamuni que quedan y que todavía no
han recibido una profecía de iluminación. Ellos son su primo,
Ananda, y su hijo, Rahula. Ambos se acercan al Buda para preguntarle
acerca de lo que les deparará el futuro. Shakyamuni no se tarda.
Primero, confiere una profecía de la futura Budeidad a Ananda, quien
abandonó su vida en la realeza para seguir a Shakyamuni y
convertirse en su asistente personal. Debido a que siempre estuvo con
el Buda, se hizo conocido como el primero en “escuchar las
enseñanzas del Buda”. “Esto es lo que yo escuché”, frase que
aparece al comienzo del Sutra del Loto, son palabras suyas.
Shakyamuni dice que se convertirá en El Que Así Llega Rey del Poder
Irrestricto de la Sabiduría del Mar y la Montaña.
Rahula,
su hijo, siempre estaba buscando y aprendiendo de los discípulos
mayores de Shakyamuni. Él nunca trató de aprovecharse de su
relación como hijo de Shakyamuni. Su reputación llegó a ser la de
“el primero en la observancia inconspicua de los preceptos”.
Shakyamuni dice que él se convertirá en El Que Así Llega Posado
Sobre Siete Flores Cual Tesoros.
Junto
con las promesas de iluminación para Ananda y Rahula, llegaron
profecías similares para otros dos mil que escuchaban la voz, que
abarcaban desde arhats
hasta aquellos que apenas comenzaban a aprender las enseñanzas
budistas. El presidente Ikeda explica que esta predicción implica la
inclusión de todas las personas:
Como
ya dije antes, el espíritu de conceder profecías a los que escuchan
la voz es el de conferir predicciones a todas las personas. La
promesa de la iluminación no se aplica sólo a los que escuchan la
voz; todas las personas pueden manifestar el estado de Buda. Todos
pueden heredar la sabiduría de Buda y ser capaces de guiar a los
demás a la felicidad. Esta idea queda expresa en la profecía de
iluminación destinada a todos los discípulos de esta categoría,
sin distinción entre arhats,
adeptos y aprendices.
Capítulo
Diez
Maestro de la
Ley (DLS – 16)
Con
este capítulo, el sutra avanza más allá de los eventos y las
parábolas de los nueve capítulos anteriores que tenían como
objetivo revolucionar completamente la mente de los discípulos de
Aprendizaje y Realización. Ahora estos discípulos están en la
congregación como bodhisattvas. Otros ochenta mil bodhisattvas
llegan desde lejanos rincones del universo para escuchar el Sutra del
Loto. El capítulo comienza con la documentación que hace Shakyamuni
del beneficio a ser recibido por cualquier hombre o mujer que apoye y
enseñe el Sutra del Loto después de su muerte.
Incluyendo
a las multitudes reunidas, Shakyamuni se dirige al bodhisattva Rey de
la Medicina con varias afirmaciones críticas que reflejan el elevado
estatus del Loto en sus enseñanzas.
Los
sutras que prediqué suman incontables miles, decenas de miles y
millones. Entre todos los que he predicado, predico y predicaré,
este Sutra del Loto es el más difícil de creer y el más difícil
de comprender. Rey de la Medicina, este sutra es el almacén de la
esencia secreta de los budas. (The
Lotus Sutra,
cap. 10, pág. 164)
Shakyamuni
también enfoca el inestimable valor y la dificultad de enseñar y
propagar el Sutra del Loto en el futuro. Él explica que aquellos que
emprenden esta gran tarea serán personas puras y de corazones
altruistas que impedirán las grandes recompensas de sus actos
virtuosos para continuar su ayuda para que las personas alcancen el
Camino del Buda.
Si
alguien, hombre o mujer, secretamente enseña a una persona inclusive
una sola frase del Sutra del Loto, sabed que se trata de un emisario
del Buda, enviado para desempeñar la tarea del Buda. (The
Lotus Sutra,
cap. 10, pág. 162)
No
debe ser distribuido o transmitido imprudentemente a los demás. Ha
sido guardado por los budas, los Honrados por el Mundo, y desde
tiempos antiguos hasta ahora nunca ha sido expuesto abiertamente. Y
ya que el odio y los celos hacia este sutra abundan aun cuando El Que
Así Llega se encuentra en el mundo, ¿cuánto peor será una vez que
él haya muerto? (The
Lotus Sutra,
cap. 10, pág. 164)
Los
participantes en el diálogo sobre el sutra concuerdan en que el
capítulo “Maestro de la Ley” está orientado hacia la
propagación en el futuro. Conforme avanzamos, el flujo completo del
sutra se convierte en un poderoso río de orientación y aliento
respecto a cómo practicar, propagar y estudiar la verdadera realidad
del Budismo en las épocas venideras. El diálogo señala que este
capítulo es una respuesta a la pregunta que fue planteada al
comienzo del diálogo y que concernía a “una época carente de
filosofía”. El presidente Ikeda dice que el capítulo “Maestro
de la Ley” pinta el retrato de la clase de personas que aparecerán
en la “era de la oscuridad”. Hay un impulso dual en el capítulo
“Maestro de la Ley”. Dice que una persona que acepta a la Ley
como su maestro se convierte en “un buscador del camino” así
como en el maestro que propaga la Ley”. El presidente Ikeda
comenta:
Los
maestros de la Ley reúnen ambas cualidades dentro de sí. Olvidar la
“búsqueda” es arrogancia; olvidar la “salvación de los demás”
es egocentrismo. Mientras siguen profundizando su propia comprensión,
los maestros de la Ley guían a otras personas a la felicidad; al
ayudar a los demás a ser dichosos, ellos adquieren una comprensión
más profunda. Buscar la Ley es, en sí, guiar a los demás hacia la
iluminación. Guiar a otras personas a la Budeidad es, en sí, buscar
la Ley. Aquí yace el supremo camino de la vida. (Living
Buddhism,
febrero de 1997, págs. 24-25)
La
parte concluyente del capítulo trata en mayor detalle la propagación
de la Ley después de la muerte del Buda.
Capítulo
Once
El
surgimiento de la Torre de los Tesoros
(DLS – 17, 18)
(DLS – 17, 18)
Las
descripciones de este capítulo no economizan para nada el uso de los
superlativos. ¿De qué otra manera podría representarse el evento
de una torre tachonada de joyas y del tamaño del mundo que emerge de
la tierra? A través de la manifestación de la Torre de los Tesoros
y la voz de El Que Así Llega Muchos Tesoros hablando desde el
interior y la elevación de toda la congregación, la escena se
traslada dramáticamente de los rocosos riscos del Pico del Águila a
un escenario en otra dimensión conocido como la “Ceremonia en el
aire”.
Al
surgir de la tierra la masiva estructura, una fuerte voz habla desde
el interior de la torre:
“¡Es
excelente, excelente, Shakyamuni, Honrado por el Mundo, que puedas
tomar la gran sabiduría de la igualdad, una Ley para instruir a los
bodhisattvas, guardada y tenida en mente por los budas, el Sutra del
Loto de la Ley prodigiosa y predicarlo en bien de la gran asamblea!
Es como dices, tal como tú dices. ¡Shakyamuni, Honrado por el
Mundo, todo lo que has expuesto es la verdad! (The
Lotus Sutra,
cap. 11, pág. 171)
Siendo
la visión verdaderamente imponente, creó preguntas y dudas en la
mente de muchos en la asamblea. Como consecuencia, un bodhisattva
llamado Gran Alegría de Prédica preguntó a Shakyamuni acerca del
significado de la irrupción de la torre y la voz que proviene del
interior. Él responde que la torre es en realidad el “cuerpo
completo de El Que Así Llega” (The
Lotus Sutra,
cap.11, pág. 171). Habla de la existencia de El Que Así Llega
Muchos Tesoros, quien ha viajado desde el remoto lugar en el
universo, como dijo que haría, para verificar la verdad del Sutra
del Loto siempre que fuese predicado.
Seguidamente,
Shakyamuni realiza la hazaña sin paralelo de iluminar incontables
tierras de buda en todas direcciones, revelando una incalculable
cantidad de budas, cada uno de ellos con su propio séquito de
grandes bodhisattvas que están viajando para participar en la
ceremonia. Una vez que todos están presentes, Shakyamuni se levanta
de su asiento y abre la Torre de los Tesoros.
El
buda Muchos Tesoros declara nuevamente la veracidad de la enseñanza
de Shakyamuni y le pide que se siente en la cima cerca de él. Para
que todos puedan participar, Shakyamuni eleva a toda la asamblea a
la misma altura de la Torre de los Tesoros.
Ha
habido muchos esfuerzos para interpretar este evento. La gran torre
es vista por muchos estudiosos budistas como una imagen que
representa la iluminación de Shakyamuni. La Ceremonia en el Aire
descrita en el capítulo “El surgimiento de la Torre de los
Tesoros” también es una expresión de la misericordia del Buda
para esforzarse al máximo para comunicar el estado de la iluminación
a todos los seres sensibles. Como dice el presidente Ikeda, tenemos
que ver este mismo estado de vida también dentro de nosotros mismos:
El
señor Toda nos enseñó claramente qué es la Torre de los Tesoros
y qué significa su aparición. Esa torre colosal es expresión del
estado de buda que yace en cada uno de nosotros, en forma latente.
Nos enseña la infinita nobleza de la vida.
En
verdad, acaso no haya manera más apropiada de expresar el estado
eterno e ilimitado de la Budeidad que recurrir a la metáfora de la
Ceremonia en el Aire, un escenario libre de todas las limitaciones
del tiempo y el espacio. (Seikyo
Times,
noviembre de 1995, págs. 6-7)
Una
vez que todo está en su lugar, Shakyamuni exhorta a la asamblea con
la pregunta respecto a quién propagará el Sutra del Loto después
de su muerte. Le pide a todos los presentes que hagan un gran
juramento para la propagación. Para mostrar la dificultad de llevar
a cabo esta misión, él establece los “seis actos difíciles y los
nueve actos fáciles”. Es un desproporcionado contraste de nueve de
las hazañas más increíbles como el de tomar el monte Sumeru y
arrojarlo hasta las innumerables tierras del Buda, con la dificultad
de tener fe en el Sutra del Loto y enseñarlo.
¿Nos
asombramos con esta tremenda entidad flotando en el espacio, rodeada
de innumerables huestes de seres celestiales, humanos y no humanos?
¿Cómo puede incorporarse esta imagen como parte funcional de
nuestra vida como practicantes del Budismo de Nichiren Daishonin?
Discutiendo el primer capítulo, el presidente Ikeda le pide a los
participantes en el diálogo que expliquen el principio de las “Tres
asambleas en los dos lugares”. Los participantes examinan primero
el flujo del Sutra del Loto capítulo por capítulo. La porción que
comienza con el capítulo “Introducción” (primero) y termina con
el capítulo “Maestro de la Ley” (décimo) tiene lugar en el Pico
del Águila. Con el inicio del capítulo “El surgimiento de la
Torre de los Tesoros” (undécimo), de pronto surge este enorme
edificio irrumpiendo de la tierra y se queda suspendido en el aire al
igual que toda la asamblea. Esta Ceremonia en el Aire continúa hasta
el capítulo “La transferencia” (vigésimo segundo). Desde el
capítulo “Asuntos pasados del bodhisattva Rey de la Medicina”
(vigésimo tercero), la escena retorna al Pico del Águila y
permanece allí hasta el último capítulo. Esta es la fuente de su
designación como las “Tres asambleas en los dos lugares”.
Mientras que el Pico del Águila es un lugar real donde Shakyamuni
predicó sus enseñanzas, la Ceremonia en el Aire trasciende la
realidad ordinaria. El presidente Ikeda continúa con su propia
perspectiva:
El
hecho de que la asamblea se desplace del Pico del Águila a la
Ceremonia en el Aire y luego, de la Ceremonia en el Aire al Pico del
Águila otra vez, traza un paralelismo con el movimiento de la
realidad al estado de iluminación, y de éste nuevamente a la
realidad. O, para ser más exactos, se va de la realidad previa a la
iluminación al estado de Buda. Y del estado de Buda, a la realidad
posterior a la iluminación. (Seikyo
Times,
noviembre de 1995, pág. 7)
“Quedar
suspendidos en el aire” significa elevar nuestro estado de vida a
través de nuestra fe decidida e inamovible. Éste es el significado
que corresponde al desarrollo del sutra desde la primera asamblea
sobre el Pico del Águila hacia la Ceremonia en el Aire. (Seikyo
Times,
noviembre de 1995, pág. 8)
De
la vida real a la Ceremonia en el Aire, y de la Ceremonia en el Aire
a la vida real... En este continuo proceso de ida y vuelta yace el
camino de la revolución humana el camino por el cual nuestro estado
de vida se transforma y deja de hallar motivación en un “sentido
pequeño del yo” para encontrar inspiración en la “identidad
verdadera”, en el “yo superior”. No debemos permitir que
nuestra vida quede totalmente capturada por la realidad inmediata.
Tenemos ideales y debemos concretarlos, para trascender la realidad
actual. Por otro lado, tampoco debemos alienarnos totalmente de la
realidad. No podremos transformar nada a menos que tengamos los pies
bien plantados en la tierra. (Seikyo
Times,
noviembre de 1995, págs. 8-9)
Lo
importante es que nosotros estamos poniendo en acción “las tres
asambleas en los dos lugares” en nuestra vida cotidiana. Nichiren
Daishonin se valió de la Ceremonia en el Aire para expresar su
propia iluminación, en la forma física del Gohonzon. Nosotros, los
que abrazamos la fe en ese Gohonzon, estamos manifestando el
dinamismo del Sutra del Loto directamente en nuestra propia vida.
(Seikyo
Times,
noviembre de 1995, pág. 13)
Cuando
nos consagramos a la propagación de la Ley Mística, el momento
actual siempre es inseparable de la eternidad. La eternidad y el
momento presente se conjugan, interactúan y reverberan en unión
armoniosa dentro de nuestra propia vida diaria. Nuestra vida es un
continuo fluir de alegría, una manifestación de eternidad en el
momento actual. Por eso, para la persona de fe, un instante no es
sólo un momento; un día es mucho más que un día. Cada momento,
cada día encierran una eternidad de valor concentrado. Cuando más
pase el tiempo, más resplandecerá de luz dorada cada instante y
cada día de nuestra vida. (Seikyo
Times,
noviembre de 1995, pág. 13)
Capítulo
Doce
Devadatta
(DLS – 19, 20)
El
capítulo “Devadatta” contiene algunas lecciones muy importantes
respecto al poder del Sutra del Loto para posibilitar la iluminación
de toda forma de vida, así como a una persona de gran maldad. Al
comenzar el capítulo, Shakyamuni relata la historia de un rey, en el
pasado distante, que deseaba encontrar la verdad del Budismo. Él
encontró a un ermitaño que, según se decía, poseía la enseñanza
del Sutra del Loto. En retribución por el servicio del rey, el
ermitaño la compartiría con él. Por mil años el rey sirvió al
ermitaño. Shakyamuni dice:
El
Buda dijo a los monjes: “En ese momento, el rey era yo mismo, y el
vidente era el hombre que ahora es Devadatta. Totalmente debido a que
Devadatta era un buen amigo mío, pude llegar a estar plenamente
dotado de las seis paramitas, con compasión, misericordia, alegría
e indiferencia, con los treinta y dos rasgos, las ochenta
características, el color dorado purpúreo, los diez poderes, las
cuatro clases de audacias, los cuatro métodos para ganarse a la
gente, las dieciocho propiedades no compartidas, y las propiedades
trascendentales y el poder del camino. El hecho de que haya alcanzado
la iluminación imparcial y correcta y pueda salvar a los seres
vivientes en una amplia escala se debe totalmente a Devadatta, quien
era un buen amigo”. (The
Lotus Sutra,
pág. 184)
Por
supuesto, esta no era la imagen de Devadatta en los sutras
preliminares. Él era el primo celoso de Shakyamuni que se convirtió
en enemigo del Buda, intentando arrebatarle su vida y perturbar la
Orden Budista. Sin embargo, los participantes en el “Diálogo sobre
el Sutra del Loto” parecen profundizar en la naturaleza del bien y
el mal como lo demuestran Shakyamuni y Devadatta. Con toda certeza,
Shakyamuni le señaló a Devadatta que la maldad no puede ser
transformada si no es desafiada:
Si
el mal obra para que se revele el bien, entonces el mal en su
totalidad pasa a ser el bien. Esta es, realmente, la inseparabilidad
entre el bien y el mal. Pero si dejamos que el mal cunda por doquier,
entonces no termina convirtiéndose en bien. Sólo cuando uno desafía
y vence rotundamente al mal, pasa a ser entidad de la inseparabilidad
entre el bien y el mal.
En
tal sentido, la iluminación de las personas malvadas, expuesta en el
capítulo “Devadatta”, es gran prueba de la victoria obtenida por
Shakyamuni. Es su “declaración de victoria”. Shakyamuni sólo
puede decir que Devadatta había sido su mentor y buen amigo en una
existencia pasada y que lo había ayudado en su misión, cuando se
erige como vencedor desde su estado elevado de vida. (Living
Buddhism,
junio de 1997, pág. 31)
La
siguiente revelación es aquella en que la hija del Rey Dragón
demuestra la capacidad para alcanzar rápidamente la iluminación
suprema. El bodhisattva Majushri retorna del palacio del Rey Dragón
donde explica que tiene la prueba real de alguien que ha podido
involucrarse en una práctica que conduce rápidamente al más
elevado estado de vida. Surge la duda de parte de los presentes,
debido a que a ellos se les había enseñado que Shakyamuni alcanzó
la Budeidad sólo después inmensurables kalpas de arduas prácticas.
Manjushri presenta a la hija del dragón. Su ofrecimiento de una joya
inapreciable a Shakyamuni como muestra de su profundo aprecio, y su
subsecuente capacidad para alcanzar rápidamente la iluminación
perfecta se gana el corazón de todos los presentes. Mediante la
prueba real ella derrumba los prejuicios de sus mentes respecto al
acceso de todos los seres a la iluminación. Ellos renuevan su
esperanza en que la Budeidad no es algo alejado en la distancia, sino
que está a su alcance en este preciso momento.
Los
participantes en el diálogo sobre el sutra señalan que el quinto
volumen del Sutra del Loto, que contiene el capítulo “Devadatta”,
fue especialmente popular en el Japón cuando el Sutra del Loto fue
llevado por primera vez desde la China. El presidente Ikeda comparte
la visión de Nichiren Daishonin sobre su importancia:
Con
respecto a este volumen del Sutra del Loto, Nichiren Daishonin dice:
“El quinto volumen contiene la esencia y la médula de todo el
sutra, la doctrina de que cada uno manifiesta la Budeidad con la
forma que posee”. Desde luego, hay muchos otros capítulos
importantes, pero el Daishonin dice que este volumen representa “la
esencia y la médula de todo el sutra”, con lo cual sugiere que el
capítulo “Devadatta” es la clave para el principio de manifestar
la Budeidad con nuestra forma actual.
El
espíritu del Sutra del Loto consiste en permitir que todas las
personas lleguen a ser budas. Para la gente hay algo que es más
importante que la doctrina en sí, y es el hecho de poder manifestar
o no la Budeidad. Y el capítulo “Devadatta”, por cierto, brinda
una respuesta clara y directa a dicha cuestión. (Living
Buddhism,
junio de 1997, pág. 24)
De
modo que, mediante estos ejemplos [de Devadatta y la niña dragona],
las personas podían aceptar la posibilidad de la iluminación no
como una teoría, sino como un hecho real. (Living
Buddhism,
junio de 1997, pág. 25)
Capítulo
Trece
El
aliento a la devoción (DLS – 21)
Este
capítulo contiene la estricta advertencia de Shakyamuni a todos los
asistentes a la Ceremonia en el Aire para defender el Sutra del Loto
incluso en tiempos de gran oposición. Todos los monjes, monjas,
arhats,
y bodhisattvas respondieron con muchas promesas y juramentos
diciendo: “Rogamos al Honrado por el Mundo que no tenga más
aflicciones, Cuando el Buda haya entrado en la extinción, nosotros
abrazaremos, leeremos, recitaremos y predicaremos este sutra”. (The
Lotus Sutra,
cap. 13, pág. 190)
El
fervor por encargarse de la propagación alcanza su punto máximo
cuando la congregación entera emite un magnífico rugido de león de
compromiso por abrazar y propagar el Sutra del Loto en los malvados
tiempos venideros, cuando la gente haya perdido su espíritu de
búsqueda por la verdad y el Camino del Buda. Ellos recitan una
letanía del tipo de oposición a los demonios e incluso de las
peores persecuciones que afrontarán al emprender este amedrentador
objetivo. En la sección en verso aparece la famosa declaración
“Para predicar este sutra resistiremos estas dificultades. No nos
importan el cuerpo o la vida. Sólo nos preocupa el Camino supremo”
(The
Lotus Sutra,
cap. 13, págs. 194-195)
En
el diálogo sobre el sutra, los participantes se involucran en una
amplia discusión sobre los “Tres enemigos poderosos”. La manera
en que funcionan en la sociedad por su propio poder y ganan
disminuyendo la vitalidad de la gente, creando confusión en el mundo
de la espiritualidad humana. Por esta razón, es esencial tener un
firme compromiso con la práctica budista y un vínculo con el
maestro correcto. Entonces, la frase “Camino supremo” del
capítulo “El aliento a al devoción” se convierte en algo
inseparable de la vida diaria. El presidente Ikeda explica:
Nichiren
Daishonin dice: “El camino insuperable es Nam-myoho-renge-kyo. Hoy,
yo, Nichiren, y mis discípulos estamos más preocupados por
Nam-myoho-renge-kyo que por nuestra vida” (Gosho
Zenshu,
pág. 749). El significado supremo de la fe consiste en atesorar
Nam-myoho-renge-kyo más que la propia vida. Es consagrarnos
íntegramente a lograr la amplia propagación de la Ley Mística.
En
concreto, esto significa avanzar junto a la SGI, proteger la
organización seriamente y practicar dentro de ella, tanto en tiempos
de alegría como en momentos de adversidad. Fuera de la SGI, no
existe el kosen-rufu de la Ley Mística. Este es el significado de lo
que expresó Josei Toda, segundo presidente de la organización: “La
Soka Gakkai es más valiosa que mi propia vida” (Living
Buddhism,
agosto de 1997, pág. 42)
Capítulo
Catorce
Prácticas
pacíficas (DLS – 22)
El
capítulo “Prácticas pacíficas” concluye la primera mitad de
los veintiocho capítulos del Sutra del Loto, conocida como la
enseñanza teórica. Independientemente de la denominación, el drama
continúa para resaltar la necesidad esencial de practicar y propagar
este sutra con una fe incansable y acciones concretas.
En
discusiones con Majushri, el Buda establece la conducta y actividades
de quienes emprenderán la propagación del Sutra del Loto. El
aliento de Shakyamuni es general y enfatiza el respeto por la
dignidad de la vida, la acción altruista basada en la misericordia y
la sabiduría.
Los
participantes en el diálogo sobre el sutra discuten el concepto de
las “prácticas pacíficas” con la disposición mental del
shakubuku –una forma directa de propagación. Traen a colación la
advertencia de Nichiren Daishonin respecto a que el shakubuku, y no
el shoju, es el método apropiado para una época en que el espíritu
correcto del Budismo ha sido distorsionado o perdido. No obstante, el
presidente Ikeda afirma que incluso dentro de un contexto de firme
refutación de las enseñanzas erróneas, tenemos que emplear el
medio que sea más efectivo en la sociedad:
Desde
nuestro punto de vista, esto significa que aun cuando estemos
difundiendo la Ley “sin que nos importen el cuerpo y la vida”, no
debemos hacer nada que refleje una mala imagen de la Ley. Ya que
nuestra principal preocupación es la Ley, necesitamos hacer gala de
nuestra máxima sabiduría para poder propagarla. Este es el corazón
del capítulo “Prácticas pacíficas”. Explica la postura del que
se pregunta “¿Cómo puedo hacer para ayudar a que todas las
personas reciban el beneficio de la Ley Mística?”. Por ende, el
capítulo “Prácticas pacíficas” se expresa plenamente en
nuestro afán de orar por la felicidad de los amigos y de emplear la
sabiduría para dialogar con los demás sobre el Budismo.
Cuando
Nichiren Daishonin enseñaba a sus seguidores el espíritu de
shakubuku de “no escatimar la vida”, también recalcaba la
importancia de mostrar a las personas genuina cortesía y respeto, y
de conducirse con sabiduría. (Living
Buddhism,
setiembre de 1997, pág. 34)
El
capítulo concluye con la “Parábola de la joya en el rodete”. Es
la historia de un gran rey que había salido victorioso sobre otros
reyes en otros reinos. A quienes lo apoyaban en estas batallas él
les brindaba maravillosos regalos. Como lo hacen otros reyes, él usa
una joya preciosa en el rodete sobre su cabeza como señal de su
estatus real. Deshacerse de ella sería como rebajar su estatus.
Finalmente, sin embargo, él se quita su propia joya y se la concede
a aquellos que se han distinguido. El Buda explica a Manjushri que el
Buda protege su enseñanza más elevada y más eficaz, el Sutra del
Loto, concediéndola a sus discípulos al final, así como el rey
había protegido la joya en su rodete para sus guerreros más
valientes.
Capítulo
Quince
"Irrumpir
de la tierra” (DLS 23-25)
La
segunda mitad del Sutra
del Loto
comprende lo que se conoce como la “enseñanza esencial”. Con el
capítulo quince, el drama del sutra se intensifica. Shakyamuni
sacude a la asamblea con la revelación de su verdadera identidad. En
la enseñanza teórica de la primera mitad del sutra, él no se
refirió a sí mismo cuando compartía las historias y parábolas de
otros budas y sus tierras. Él fue lo suficientemente cuidadoso como
para discutir sólo su pasado principesco o sus prácticas ascéticas
o de bodhisattva.
La irrupción desde el fondo de la tierra de una multitud de
bodhisattvas
maravillosamente adornados, “más numerosos que las arenas de
sesenta mil ríos Ganges” cambió eso. Cuando se le pregunta quién
había entrenado a esos maravillosos modelos de la práctica budista,
revela que él mismo había cuidado de ellos durante toda la
extensión de su desarrollo.
En
el capítulo decimosexto, “Duración de la vida”, Shakyamuni
describe, para asombro de su audiencia, que desde el pasado
inconcebiblemente remoto, él ha estado apareciendo en el mundo saha1
como un Buda, enseñando y convirtiendo a los seres vivientes. Esta
importante revelación expande su identidad, del Shakyamuni venerado
como el maestro del Camino budista en la India antigua, a la
manifestación del Buda eterno en el universo, abriendo así el
camino para que las personas transformen su vida y hagan emerger su
propia naturaleza de Buda tal como son.
En
los términos de los acontecimientos del capítulo quince, la
declaración de Shakyamuni de que él mismo había entrenado a estos
bodhisattvas
dio al traste con la percepción de la asamblea, en lo que respecta
al camino hacia la iluminación budista. Sí, había otros budas
congregados, sentados en sus tronos de leones, pero la mayoría de
los seres presentes estaban contentos con aceptar la profecía de una
futura iluminación. Como veremos, el descubrimiento de Shakyamuni de
su yo real creó una crisis en la asamblea respecto a su propia
comprensión de las enseñanzas. De un tirón les habían quitado la
base sobre la cual ellos, anteriormente, se habían sentido tan
seguros.
Para
establecer el contexto de la historia, revisemos los puntos saltantes
de los cuatro capítulos finales de la enseñanza teórica, o la
primera mitad del sutra. El capítulo undécimo presenta la irrupción
de la maravillosa Torre de los Tesoros junto con la llegada de otros
budas con sus séquitos desde sus respectivas tierras de Buda. Junto
con los budas hay una muy diversa selección de toda clase de seres
provenientes de todo el universo. En honor a la ocasión, Shakyamuni
purifica los vastos reinos de todas las direcciones, convirtiéndolos
en tierras de budas, y también los “conecta“ con los sucesos de
la torre flotante a través de una especie de “transmisión
simultánea” mística.
Este
ejercicio expande la audiencia a unas proporciones incalculables. En
medio de este escenario universal, Shakyamuni toma su lugar en la
maravillosa Torre de los Tesoros. El buda Muchos Tesoros ya está
sentado y da fe de la veracidad de las declaraciones de Shakyamuni
mientras describe la manera en que el Sutra
del Loto
debe ser propagado después de la muerte del Buda. El capítulo doce
muestra las hazañas del malvado Devadatta, pero termina con una
profecía de su iluminación. Esto muestra que la práctica de la
Ley, tal como está revelada en el sutra, posibilita la superación
de cualquier clase de pasado perverso. Los capítulos trece “El
aliento a la devoción”, y catorce, “Prácticas pacíficas”,
presentan las muchas promesas de la asamblea para propagar y enseñar
el Sutra
del Loto.
Shakyamuni muestra su gratitud por las promesas de estos
bodhisattvas.
Al
inicio del capítulo “Irrumpir de la tierra”, es el turno para
que los bodhisattvas
y mahasattvas2,
que son más numerosos que las arenas de muchos ríos Ganges, y que
se han reunido para escuchar el Sutra
del Loto,
hagan su promesa para propagarlo. Sin embargo, algo ha cambiado en la
disposición del Buda para aceptar su determinación. En un cambio
aparentemente radical, Shakyamuni responde enfáticamente:
¡Desistid,
hombres de fe devota!. No hay necesidad de que protejáis este sutra.
¿Por qué? Porque en este mundo saha
en que estoy, hay bodhisattvas
y mahasattvas
que son tan numerosos como las arenas de sesenta mil ríos Ganges, y
cada uno de estos bodhisattvas
tiene un séquito igual a las arenas de sesenta mil ríos Ganges.
Después de que haya entrado en la extinción, estas personas podrán
proteger, leer, recitar y predicar ampliamente este sutra. (The
Lotus Sutra,
cap. 15, págs. 212-213)
En
ese momento la tierra se estremeció y se abrió de cuajo. Del
espacio vacío que yace por debajo brotan multitudes de bodhisattvas
abrumadoramente radiantes. Emanando luz y afabilidad, estos
“bodhisattvas
que parecían budas” causan una significativa conmoción en la
asamblea. Como una expresión natural de su carácter digno, estos
bodhisattvas
avanzaron hacia la magnífica Torre de los Tesoros para ofrecer su
saludo y preguntar por el bienestar de El Que Así Llega, Shakyamuni,
así como del buda Muchos Tesoros. Rotan para hacer su reverencia a
toda la asamblea: a los budas en los tronos de león con sus
asistentes, a Maitreya y otros bodhisattvas,
a los que escuchan la voz y los discípulos de los dos vehículos, a
los reyes dragones, a los humanos y a los demás seres.
Los
cuatro líderes de los bodhisattvas
se dirigen al buda Shakyamuni quien está sentado en la cima de la
Torre de los Tesoros. Esta escena, con su preocupado discurso, se ha
convertido en un verdadero ejemplo de conducta que se adecua a la
relación maestro y discípulo.
Entre
estos bodhisattvas
había cuatro líderes. El primero se llamaba Prácticas Superiores,
el segundo, Prácticas Ilimitadas, el tercero, Prácticas Puras, y el
cuarto, Prácticas Firmemente Establecidas. Estos cuatro bodhisattvas
eran los principales líderes y maestros guías de todo el grupo. En
presencia de la gran asamblea, cada uno de ellos une las palmas de
sus manos, miran al buda Shakyamuni, y preguntan: “Honrado por el
Mundo, ¿son pocas tus dolencias, son pocas tus preocupaciones, está
tu práctica avanzando fluidamente? ¿Las personas a quienes te
propones salvar reciben la enseñanza fácilmente? ¿El esfuerzo no
hace que el Honrado por el Mundo se sienta extenuado?” (The
Lotus Sutra,
cap. 15, pág. 214)
Shakyamuni
les responde, “El Que Así Llega está bien, con pocas dolencias y
pocas preocupaciones” (The
Lotus Sutra,
cap. 15, pág. 214). Después de responder amablemente a sus diversas
preguntas, el Buda observa: ”¡Excelente, excelente, buenos
hombres! Ustedes saben cómo regocijar en sus corazones a El Que Así
Llega”. (The
Lotus Sutra,
cap. 15, pág. 215). El diálogo de profunda preocupación entre
Shakyamuni y los Bodhisattvas
de la Tierra es una profunda lección para toda la asamblea. Expone
un tono de solemnidad y reverencia por la revelación de la maravilla
de la vida en el siguiente capítulo. Sin embargo, este no es el fin
de las sorpresas que están por llegar.
Es
apropiado añadir alguna mayor profundidad en cuanto a los líderes
de estos Bodhisattvas
de la Tierra. Las características de los Cuatro Líderes de los
Bodhisattvas
que emergieron de debajo de la tierra (Prácticas Superiores,
Prácticas Ilimitadas, Prácticas Puras y Prácticas Firmemente
Establecidas) están relacionadas con las cuatro virtudes de la
humanidad: verdadero yo, eternidad, pureza y felicidad. Desde la
perspectiva del Budismo de Nichiren Daishonin, todas estas virtudes
se combinan dentro de la Ley Mística (Seikyo
Times, mayo
de 1988, págs. 64-65).
En
el drama que se despliega, estos bodhisattvas
eran algo, completamente nuevo y diferente de cualquier cosa que
hubiese encontrado la asamblea. En particular, el bodhisattva
Maitreya y los numerosos bodhisattvas
fueron puestos en su lugar con este encuentro. Ellos se aproximaron a
El Que Así Llega y le preguntaron el significado de lo que acababa
de ocurrir. Maitreya hizo la solicitud en el contexto de que lo que
todos acababan de ver estaba más allá de cualquier cosa que
hubiesen experimentado. Ellos nunca habían visto tales bodhisattvas
tan bien desarrollados y hermosos. Él le pregunta a Shakyamuni, “A
esta multitud de bodhisattvas
con su gran dignidad, virtud y diligencia, ¿quién les predicó la
Ley, quién les enseñó, los convirtió y los condujo hasta esto?”
(The
Lotus Sutra,
cap.15, pág. 217).
Hay
un tono de consternación en la conclusión del soliloquio en verso
de Maitreya acerca de la conspicua naturaleza de su llegada y de sus
orígenes:
La
tierra en las cuatro direcciones tiembla y se abre
y todos ellos irrumpen de allí.
Honrado por el Mundo, ¡desde tiempos pasados
no he visto nada parecido a esto!
Le pido me diga de dónde provienen,
el nombre de la tierra.
¡Yo he viajado constantemente de tierra en tierra
pero nunca he visto algo así!
En toda esta multitud
no hay una sola persona a la que conozca.
De pronto, ellos irrumpieron de la tierra
–le suplico que explique la causa.
Los miembros de esta gran asamblea,
los inmensurables cientos, miles, millones de bodhisattvas,
todos desean ahora saber estas cosas.
Respecto a las causas que gobiernan el comienzo y el fin de esta multitud de bodhisattvas,
poseedores de inmensurable virtud, Honrado por el Mundo,
¡Le suplicamos que disipe las dudas de la asamblea! (The Lotus Sutra, cap. 15, págs. 217-218)
y todos ellos irrumpen de allí.
Honrado por el Mundo, ¡desde tiempos pasados
no he visto nada parecido a esto!
Le pido me diga de dónde provienen,
el nombre de la tierra.
¡Yo he viajado constantemente de tierra en tierra
pero nunca he visto algo así!
En toda esta multitud
no hay una sola persona a la que conozca.
De pronto, ellos irrumpieron de la tierra
–le suplico que explique la causa.
Los miembros de esta gran asamblea,
los inmensurables cientos, miles, millones de bodhisattvas,
todos desean ahora saber estas cosas.
Respecto a las causas que gobiernan el comienzo y el fin de esta multitud de bodhisattvas,
poseedores de inmensurable virtud, Honrado por el Mundo,
¡Le suplicamos que disipe las dudas de la asamblea! (The Lotus Sutra, cap. 15, págs. 217-218)
Antes
de responder a Maitreya y los numerosos bodhisattvas,
Shakyamuni advierte a todos que está por revelar una poderosa
enseñanza:
Excelente,
excelente, Ajita, que hayas preguntado al Buda este asunto tan
importante. Todos ustedes deben ponerse sinceramente la armadura de
la diligencia y decidir ser firmes en su intención. El Que Así
Llega desea, ahora, convocar y hacer constar la sabiduría de los
budas; el poder trascendental de los budas, en libre despliegue; la
fuerza de los budas, feroz cual león; la potencia enérgica e
inmensamente feroz de los budas. (The
Lotus Sutra,
cap. 15, pág. 218)
Todos
están en suspenso por la respuesta y Shakyamuni no los decepciona.
Estos brillantes bodhisattvas
son sus discípulos. Es él quien los ha entrenado después de
alcanzar la iluminación en el mundo saha.
Además, él explica que hasta este momento, estos bodhisattvas
habían estado viviendo en el reino de la potencialidad. Fue en el
“espacio vacío” debajo del mundo saha.
El espacio vacío debajo del mundo saha
se refiere a la profundidad fundamental de la vida o la realidad
fundamental. Nichiren Daishonin señala que los bodhisattvas
que aparecieron del interior de la tierra en el decimoquinto
capítulo, “son personas que poseen la Ley fundamental. Esta ‘Ley
fundamental’ es Nam-myoho-renge-kyo”
(Gosho
Zenshu,
pág. 751).
Maitreya
y sus colegas bodhisattvas
quedan aun más perplejos con esta respuesta. Lejos de aclararle las
cosas, les crea un dilema muy difícil de captar para su mente y
corazón. Ellos hacen sus cálculos. Dada la extensión de su vida en
este mundo, ¿cómo pudo Shakyamuni haber entrenado a estas
innumerables legiones de brillantes bodhisattvas?
Mientras contemplaban esta imposibilidad, las dudas respecto a su
maestro comenzaron a despertarse. No obstante, ellos desafían
directamente estas dudas con una pregunta a Shakyamuni:
“¡Honrado
por el Mundo, no hace mucho tiempo desde que alcanzaste la Budeidad,
y sin embargo, has podido realizar esta obra tan grande y meritoria!
Nosotros tenemos fe en el Buda y creemos que él predica de acuerdo
con lo apropiado, que las palabras pronunciadas por el Buda no pueden
ser falsas y que el conocimiento del Buda es, en todos los casos,
penetrante y universal. No obstante, en el período posterior a la
muerte del Buda, si los bodhisattvas
que recién comienzan a buscar la iluminación escucharan estas
palabras, tal vez no puedan creer en ellas ni aceptarlas, o se vean
inducidos a cometer el crimen de rechazar la Ley. Por lo tanto,
Honrado por el Mundo, te pedimos que te expliques, para que podamos
hacer a un lado nuestra perplejidad y así, en épocas futuras,
cuando los buenos hombres escuchen esta cuestión, no alberguen
dudas”. (The
Lotus Sutra,
cap. 15, pág. 221-222)
Shakyamuni
reserva su respuesta para después, de modo que el capítulo termina
con el planteamiento de esta pregunta. Uno puede imaginar el rumor en
la audiencia acerca de cómo Shakyamuni podía haber entrenado a esta
enorme cantidad de discípulos en los cincuenta y tantos años
pasados desde que se sentara bajo el árbol bodhi y alcanzara la
iluminación. Hay una sensación de expectativa en el aire. Antes se
mencionó que la intensidad del drama se calentaba en este capítulo.
¿Podía la asamblea manejar alguna otra sorpresa? Viendo
retrospectivamente, la historia del sutra ha tenido una magnífica
asamblea que ha llegado para asistir a la prédica de Shakyamuni, una
torre del tamaño de casi la mitad de la tierra ha aparecido en el
aire, y toda la asamblea también ha sido suspendida en el aire. Una
vez que está puesto el escenario, la asombrosa multitud de
Bodhisattvas
de la Tierra hizo su aparición. Shakyamuni remató esto, diciéndole
a la asamblea que es él quien había entrenado a todos estos
magníficos bodhisattvas.
¿Qué podía seguir?
La
confusión de la asamblea era de esperar. Quienes creían en las
enseñanzas previas al Sutra
del Loto,
naturalmente, no entenderían cómo habían podido alcanzar este
maravilloso estado los Bodhisattvas
de la Tierra y, ciertamente, se resistían a verse comparados con las
filas de esta clase de bodhisattvas.
Es precisamente por esta razón que Shakyamuni usa esta clase de
tratamiento de choque para despertar la mente de aquellos discípulos
que todavía estaban capturados por doctrinas anteriores. El
presidente Ikeda explica:
Su
reacción de sorpresa, conmoción y duda representa la conducta de
todos los que creían en las enseñanzas anteriores al Sutra
del Loto,
y en la enseñanza teórica de este mismo sutra. “Deshacerse de los
apegos y provocar la duda” implica dar en tierra con las creencias
y convicciones que la gente había sostenido hasta ese momento. Es un
golpe decisivo a los pilares de la cosmovisión vigente en la época.
Mediante este giro drástico en los valores con los que el pueblo se
sentía cómodo y a gusto, Shakyamuni revela su verdadera identidad y
su auténtico estado de vida. (Living
Buddhism,
octubre de 1997, pág. 35)
De
esta manera, la confusión mental de los presentes en la asamblea se
extiende más allá del impacto visual de la aparición de estos
respetables bodhisattvas.
Hasta ese punto, las diversas categorías de discípulos habían
puesto su fe en el modelo tradicional del mundo y de las causas que
conducían a la Budeidad. Pero sus puntos de vista fueron echados a
rodar. La declaración de Shakyamuni de que él había entrenado y
desarrollado a esa miríada de bodhisattvas
sacude la base de aquello en lo que cree la audiencia. En el “Diálogo
sobre el Sutra
del Loto”,
el presidente Ikeda dice:
Cuando
llegamos a la enseñanza esencial, todo lo que Shakyamuni ha
enseñando hasta ese punto se revierte por completo. La enseñanza
teórica revela una sucesión de importantes doctrinas: la verdadera
entidad de la vida, la iluminación de las personas de los dos
vehículos (los que escuchan la voz y los pratyekabuddhas),
la iluminación de las mujeres, la de las malas personas. Además, se
conceden predicciones de iluminación futura a Shariputra, el
discípulo más destacado por su sabiduría, y a los demás
discípulos del Buda que han comprendido dichas doctrinas.
Pero,
en un santiamén, todo pierde sentido. Porque se desploman las
premisas sobre las cuales se habían erigido dichas doctrinas.
(Living
Buddhism,
octubre de 1997, pág. 44)
Shakyamuni
refuta lo que había enseñado previamente –que uno se convierte en
buda, si lo hace, sólo después de eones de prácticas austeras. Es
el inicio de una visión, en la que la iluminación es una condición
que es siempre una característica intrínseca de la vida. El impacto
de la revelación de Shakyamuni se compara a la revolución
copernicana de la visión heliocéntrica del sistema solar. El
presidente Ikeda señala que la aparición de los Bodhisattvas
de la Tierra es la señal de la liberación humana en todas partes.
Es un llamado para despertar a la gente de la resignación y la
impotencia. También significa reconocer el valor fundamental en
todas las personas. El presidente Ikeda pinta este retrato de
liberación humana:
Al
no comprender la grandeza de su propia vida, se apegan a detalles que
en realidad no son importantes. La fuerza de los Bodhisattvas
de la Tierra es la capacidad fundamental que poseemos nosotros, como
seres humanos, de trascender todas las diferencias –de raza, etnia,
género o posición social– y guiar a las personas hacia la
felicidad. Somos seres humanos comunes, sin artificios ni adornos;
somos totalmente humanos e infinitamente valerosos. Este es el
orgullo de un Bodhisattva
de la Tierra.
La
irrupción de los Bodhisattvas
de la Tierra representa un hecho revolucionario, que testimonia la
majestuosidad de la fuerza vital humana. Tenemos que transmitírselo
a todos los pueblos del mundo. El cambio en la forma de ver al Buda
que marca la enseñanza esencial es una modificación clave en la
percepción del hombre. (Living
Buddhism,
octubre de 1997, págs. 47-48)
Notas
- Mundo saha – un mundo donde los humanos soportan sufrimientos. En las enseñanzas anteriores al Sutra del Loto, los budas no aparecían en los mundos saha.
- Mahasattvas – Un “gran ser”, otro término para bodhisattva.
Capítulo
Dieciséis
“Duración
de la vida de El Que Así Llega
(DLS 26 – 36)
(DLS 26 – 36)
El
capítulo “Duración de la vida de El Que Así Llega” es el
puente sobre las aguas de la duda y la incertidumbre. Es una
revelación de la verdad de la vida eterna en todo ser viviente así
como el medio para comprenderlo. Tenemos a los sabios budistas del
Asia Central, la China y el Japón, incluyendo a Nichiren Daishonin,
quienes afirman categóricamente que sin la enseñanza fundamental
del capítulo “Duración de la vida”, todas las enseñanzas de
Shakyamuni serían consideradas como falsas. La serie del “Diálogo
sobre el Sutra
del Loto”
dedica más de diez entregas discutiendo las muchas facetas del
capítulo “Duración de la vida” Estas incluyen la metáfora de
la flor de loto que florece y da semillas al mismo tiempo para
explicar la simultaneidad de causa y efecto; la plena implicancia de
la eternidad de la vida del Buda en todas las personas; la activación
de la doctrina de los tres mil reinos en un simple momento de vida al
mostrar la posesión mutua de los Diez Mundos; la relación entre la
vida del mortal común de los “nueve mundos” con el “décimo
mundo” de la Budeidad; y la unidad de maestro y discípulo.
La
esencia del capítulo “Duración de la vida” está más allá de
la comprensión intelectual –la realidad de la eterna naturaleza de
Buda inscrita en el Gohonzon
de Nichiren Daishonin.
Con
este prefacio, volvamos a la historia que dejamos al final del
capítulo “Irrumpir de la tierra”. Hay una asamblea íntegra, que
ha experimentado la prédica de Shakyamuni en toda su extensión y
que ahora está al borde de comenzar a dudar de él.
Sintiendo
la confusión en la mente de sus oyentes, Shakyamuni exhorta tres
veces a su audiencia diciendo que “Deben creer y entender las
confiables palabras de El Que Así Llega” (The
Lotus Sutra, cap.
16, pág. 224). Los bodhisattvas
piden a Shakyamuni que explique la verdad para ellos y prometen
escuchar profundamente sus palabras. Shakyamuni explica que mientras
todos creen que se sentó bajo el árbol bodhi en Gaya y alcanzó la
iluminación suprema, en realidad, originalmente, él había
alcanzado la suprema iluminación en un tiempo inimaginablemente
atrás. El presidente Ikeda dice:
El
propósito del capítulo “Duración de la vida” es esclarecer que
todos los seres vivientes, no sólo Shakyamuni, en realidad han sido
budas desde el remoto pasado, y hacer que la gente tome conciencia de
esto. Su propósito es abrirle los ojos al pueblo para que perciba la
grandiosa vida eterna del universo. Y lo que permite a las personas
captar esta vida en forma práctica y concreta es la revelación de
Nichiren Daishonin, según la cual Nam-myoho-renge-kyo
es la enseñanza implícita en el Sutra
del Loto.
(Living
Buddhism,
febrero de 1998, pág. 37)
Retornando
a la escena en la asamblea, los presentes no sólo tenían que
intentar adecuarse a la nueva conciencia de que Shakyamuni alcanzó
la iluminación muchísimo tiempo atrás, sino también a la idea de
que la vida del Buda estuvo presente en el mundo todo el tiempo. Este
mundo de la Budeidad está siempre presente en la vida como parte de
su estructura integral. Esto, por un lado, crea un temor reverente, y
por otro, confusión respecto a quién es el verdadero Shakyamuni. A
los ojos de los presentes en la reunión, ciertamente él se ha
convertido en algo más que el hombre que ellos conocían, predicando
el sutra mientras caminaban de ciudad en ciudad en su natal India.
Más allá del tema de cuánto tiempo atrás alcanzó Shakyamuni la
iluminación, está la lucha por entender la manifestación de un
Buda eterno.
La
práctica budista existe para poder purificar nuestra vida hasta un
punto en el que podamos experimentar, aunque sólo sea parcialmente
al comienzo, nuestra propia vida como eterna. En el capítulo
“Duración de la vida”, Shakyamuni explica que quienes están
ilusionados y afligidos no pueden ver al Buda, aun cuando esté
cerca. El presidente Ikeda comenta acerca del Shakyamuni del capítulo
“Duración de la vida” y sobre la naturaleza de la iluminación:
Por
ahora, baste con decir que el buda al que esto se refiere es
Shakyamuni en tanto Buda original iluminado desde el remoto pasado.
El Buda se denomina “El Que Así Llega”, porque tiene el estado
de vida de alguien en quien la Ley Mística se manifiesta a cada
momento, sin esfuerzo ni afectación.
Este
dinamismo de la Ley Mística, que palpita eternamente, es la vida
eterna en sí mismo. Es la verdadera identidad del Buda, y es,
también, el mismísimo Buda original. Por otro lado, es la vertiente
de la cual afloran los beneficios disfrutados por todos los budas.
Tal como comprendió el presidente Toda, el Buda es la vida misma.
Además, este buda original es, en realidad, la fuente de la que
brota nuestra vida. En tal sentido, el sutra
habla del Buda original como alguien que está al lado. Sin embargo,
en su confusión, la gente no puede percibir a esta Budeidad. (Living
Buddhism,
enero de 1998, pág. 36)
Aunque
el Buda ha estado constantemente presente en un mundo u otro,
enseñando la Ley y convirtiendo a los seres vivientes, él enfatiza
lo extraordinario que es encontrar a un Buda y la verdadera
enseñanza. Él explica que el Buda siente que la gente no está
buscando con ardor el Camino del Buda, de modo que pareciera que él
entrara en la extinción. Esta acción es otra variante de los
“medios hábiles” para encender un espíritu de búsqueda por la
sabiduría del Buda. Entonces, El Que Así Llega reaparece para
enseñar la Ley. Él explica por qué ha emprendido este gran
esfuerzo:
¿Por
qué hago esto? El Que Así Llega percibe el verdadero aspecto de los
tres mundos, exactamente como es. No existen el flujo ni el reflujo
del nacimiento y la muerte; no hay existencia en este mundo y, luego,
ingreso en la extinción. No tiene sustancia ni es vacío; no es
homogéneo ni diverso. Ni tampoco es como lo perciben los que habitan
en los tres mundos. Pero El Que Así Llega ve claramente y sin error
todas estas cosas. (The
Lotus Sutra,
cap. 16, pág. 226)
En
el sutra,
Shakyamuni dice: “Buenos hombres, todos los budas y El Que Así
Llega predican una Ley como esta. Ellos actúan para salvar a todos
los seres vivientes, de manera que lo que ellos hacen es verdadero y
no falso” (The
Lotus Sutra,
cap.16, pág. 227). Para comunicar mejor esta profunda intención del
Buda, Shakyamuni relata la “Parábola del médico excelente y sus
hijos enfermos”. Situado en el centro del capítulo “Duración de
la vida”, se ha convertido en una de las historias más famosas del
Sutra
del Loto.
Este
médico tiene un gran número de hijos, son cien en total. Un día,
él sale de su casa en cumplimiento de una misión. Mientras está
fuera, los niños beben un veneno sin saber que era peligroso. El
padre retorna a casa y los encuentra retorciéndose de dolor. Él es
un renombrado médico, de modo que crea un medicamento que será el
antídoto perfecto para el veneno. Los que no están muy afectados
aceptan la medicina y se curan. Sin embargo, la mayoría de los niños
están completamente afectados por los efectos de la nociva sustancia
que han ingerido y rechazan la medicina que su padre les ha
preparado. Como un medio hábil, el misericordioso padre sale
nuevamente, explicándoles que ha envejecido y no puede permanecer en
casa. Después, oyendo de un mensajero que su padre ha fallecido en
otra tierra, los niños quedan abrumados por el pesar. Este
sufrimiento por la pérdida de su padre les devuelve la razón
suficiente como para toma la medicina, que el médico excelente les
ha dejado. Ellos se alivian rápidamente del veneno en su cuerpo y en
su mente. Cuando sus hijos están sanos, el padre retorna y se reúne
con su familia.
En
un nivel, Shakyamuni emplea esta historia para explicar por qué El
Que Así Llega usa el medio hábil de la muerte para conducir a los
seres vivientes al Camino del Buda. Él quiere que todos los
presentes en la asamblea entiendan su profunda misericordia, a través
de la cual ellos pueden liberarse de sus puntos de vista erróneos
que les impiden experimentar realmente su propia naturaleza de Buda.
Él explica que sus acciones son como las del padre, quien sale para
hacer que sus hijos afectados lo echen de menos y beban el antídoto
para el terrible veneno que han ingerido.
En
un nivel más profundo es la historia de una misericordia implacable,
y la voluntad para hacer cualquier cosa que permita que los seres
vivientes comprendan y actúen basados en su verdadera naturaleza.
También es una metáfora para la función de la muerte dentro del
flujo general de la vida. Esto es representado poéticamente por
Shakyamuni en la sección en verso que concluye el capítulo
“Duración de la vida”:
Porque
si me ven constantemente,
La arrogancia y el egoísmo surgen en su mente.
Abandonando el control, ellos ceden a los cinco deseos
y caen en los malos caminos de existencia.
Siempre estoy consciente de cuáles seres vivientes
practican el camino, y cuáles no,
y en respuesta a sus necesidades para la salvación
yo predico diversas doctrinas para ellos.
En todo momento yo pienso para mí mismo:
¿Cómo puedo hacer para que los seres vivientes
Obtengan el ingreso al insuperable camino
Y adquieran rápidamente el cuerpo de un Buda?
(The Lotus Sutra, cap. 16, págs. 231-232)
La arrogancia y el egoísmo surgen en su mente.
Abandonando el control, ellos ceden a los cinco deseos
y caen en los malos caminos de existencia.
Siempre estoy consciente de cuáles seres vivientes
practican el camino, y cuáles no,
y en respuesta a sus necesidades para la salvación
yo predico diversas doctrinas para ellos.
En todo momento yo pienso para mí mismo:
¿Cómo puedo hacer para que los seres vivientes
Obtengan el ingreso al insuperable camino
Y adquieran rápidamente el cuerpo de un Buda?
(The Lotus Sutra, cap. 16, págs. 231-232)
Ya
no surgen más preguntas de parte de Maitreya ni de los demás
bodhisattvas
provisionales. Los miembros de la asamblea prometen creer lo que el
Buda ha predicado acerca de la duración de su vida y de su medio
hábil de entrar en extinción. La expresión de su voluntad para
creer, en cierto modo se ha convertido no más que en una nota al pie
de la página, debido a que el foco de la atención se ha trasladado
a la práctica y la propagación del Sutra
del Loto
después de la muerte del Buda. La antorcha es entregada a los
Bodhisattvas
de la Tierra.
En
esta etapa del sutra,
tenemos que pensar acerca de su estructura y movimiento. Los
siguientes tres capítulos tratan sobre los diversos beneficios que
se acumularán de la práctica y enseñanza de este sutra
en las épocas futuras. Como preludio a esto, los participantes en el
“Diálogo sobre el Sutra
del Loto”
intercambian sus puntos de vista acerca de la exactitud histórica
del drama que ha ocurrido a lo largo de los dieciséis capítulos.
Ellos exponen la perspectiva de que en los sorprendentes eventos
descritos en el sutra
estaba la experiencia que tenía lugar en la vida de Shakyamuni y no
deben ser tomados literalmente. El presidente Ikeda responde
diciendo, “Aunque los hechos descritos en el sutra
no son exactos históricamente, sí expresan la verdad acerca de la
vida y la naturaleza de la existencia”. (Living
Buddhism,
enero de 1998, pág. 38)
Él
continúa, explicando que el Sutra
del Loto
es una enseñanza que muestra el verdadero yo de Shakyamuni. Fue esta
la razón que impulsó la necesidad de las dos mitades de la
“enseñanza teórica” y la “enseñanza esencial” en el Sutra
del Loto.
El verdadero yo de Shakyamuni es el yo eterno que es uno con la Ley
Mística. Esto significa que todos los Bodhisattvas
de la Tierra también están incluidos en el yo eterno de Shakyamuni.
La feliz verdad es que este yo eterno está en la médula de la vida
de cada persona. Como dice el presidente Ikeda:
Pero
eso no sólo es cierto con respecto a Shakyamuni. El Daishonin
dice: "El ejemplo de una persona representa la verdad imparcial
inherente a todos los seres humanos” (Gosho
Zenshu,
pág. 564). El “yo eterno” de Shakyamuni es el “yo eterno” de
todos los seres vivientes. En sentido amplio, todos los seres son
budas originales. Por ende, los Bodhisattvas
de la Tierra son los “Bodhisattvas
eternos” que existen en la vida de todas las personas. El Daishonin
lo explica así: “La vida iluminada del buda Shakyamuni ¿no es,
acaso, nuestra carne y nuestra sangre? Sus prácticas y las virtudes
que alcanzó a raíz de ellas ¿no son, acaso, nuestros huesos y
nuestra médula? (Los
principales escritos de Nichiren Daishonin,
vol. 1, pág. 64); “En nuestra vida se halla presente el buda
Shakyamuni [...], el Buda original del tiempo sin comienzo” (Ibid.,
pág. 65). Y, también: “Los bodhisattvas
Jogyo, Muhengyo, Jyogyo y Anryugyo3
representan el estado de Bodhisattva
que existe dentro de nuestra vida” (Ibid.)
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