miércoles, noviembre 07, 2007

CARTA DE SADO

Sado Gosho
(Shinpen, p. 578; Gosho Zenshu, pág. 956)

Esta carta va dirigida a Toki Jonín. También deberá mostrarla a Shíjo Kingo, Tonotsuji Juro,1 Sajiki no Ama2 y mis demás discípulos. Envíen me los nombres de aquellos que murieron en las batallas de Kyoto y Kamakura. Además, por favor haga que aquellos que vienen para acá me traigan el Geten Sho,3 el volumen dos del Hokke Mongu y el volumen cuatro del Hokke Gengí, como también la colección de los reportes y edictos Imperiales.
Las cosas más temidas en el mundo son el dolor que produce el fuego, el destello de las espadas y la sombra de la muerte. Aún los caballos y las reses temen morir; no es extraño que los seres humanos se atemoricen por la muerte. Aún un leproso se aferra a la vida; no es de extrañarse que una persona saludable luche por vivir. El Buda enseñó que ofrecer el dedo meñique por el sutra resulta en mayor recompensa que cubrir toda la galaxia con las siete clases de joyas.4 Sessen Dojí ofreció su vida y Gyobo Bonji se rasgó su propia piel en búsqueda de la verdad del Budismo. Ya que nada es más precioso que la vida misma, aquellos que dedican sus vidas a la práctica Budista con certeza obtendrán la Budeidad. Si ellos están preparados para ofrecer sus vidas, ¿por qué han de escatimar cualquier otro tesoro por el bien del Budismo? Por otro lado, si detestan dejar a un lado sus posesiones materiales, ¿cómo podría ser posible que dieran sus vidas que son mucho más valiosas?
La sociedad manda que uno debe retribuir una gran obligación con otra persona aun a costa de su vida. Muchos guerreros mueren por sus amos, tal vez mucho más de lo que uno podría imaginar. Un hombre morirá por defender su honor; una mujer morirá por un hombre. Los peces quieren sobrevivir; se quejan de lo llano del estanque y cavan hoyos para esconderse, pero engañados por el cebo, muerden el anzuelo. Los pájaros en los árboles temen estar muy bajos y se posan en las ramas más altas, no obstante, fascinados por el cebo, ellos también caen presa de las trampas. Los seres humanos son igualmente vulnerables. Dan sus vidas por asuntos superficiales y mundanos, pero rara vez por la noble causa del Budismo. No es de extrañarse que no logren la Budeidad.
El Budismo debe propagarse ya sea por el método de shoju o shakubuku, dependiendo de la época. Estos son análogos a las dos artes mundanas de la pluma y la espada. Los bodhisattvas antiguos practicaban la Ley de acuerdo al tiempo. Sessen Dojí ofreció su propio cuerpo cuando se le dijo que se le enseñaría la Ley en compensación. El Príncipe Satta dio su propia carne y sangre para llevar a cabo su práctica de bodhisattva. Pero, ¿debe uno sacrificar su vida en una época que no sea necesario? En una era en la cual no hay papel, uno debe usar su propia piel. En una era en la cual no hay plumas, uno debe utilizar sus propios huesos. En una era en la cual la sociedad acepta la Ley Verdadera y honra los preceptos, mientras que a la vez denuncian a aquellos que los quebrantan o los ignoran, uno debe seguirlos todos estrictamente. En una era cuando el Confucianismo o el Taoísmo se emplea para acosar al Budismo, uno debe arriesgar su vida para debatir con el emperador, como hicieron los sacerdotes Tao-an, Huiyuan, y Fa-tao.5 En una era cuando la gente confunde el Hinayana y el Mahayana, las enseñanzas provisionales y las verdaderas o las doctrinas exotéricas y esotéricas, como si le fuera imposible distinguir las joyas de las piedras o la leche de vaca de la leche de burra,6 uno debe diferenciar estrictamente entre éstos, siguiendo el ejemplo de los Grandes Maestros T’ien-t’ai y Dengyo.
Es la naturaleza de las bestias amenazar al débil y temer al fuerte. Nuestros eruditos contemporáneos son exactamente igual a ellos. Odian al hombre sabio sin poder, pero temen a los gobernantes malvados. Son meramente cortesanos serviles. Unicamente al derrotar a un poderoso enemigo se puede comprobar su verdadera fuerza. Cuando un regente malvado en conspiración con sacerdotes herejes trata de destruir el Budismo verdadero y exilian a un hombre de sabiduría, aquellos que tienen corazón de león con toda certeza lograrán la Budeidad como lo hizo Níchiren. Digo esto no por arrogancia sino porque estoy comprometido con el Budismo verdadero. A un hombre arrogante lo dominará el miedo cuando se encuentre ante un enemigo poderoso, al igual que el altanero Ashura que se encogió y se escondió en una flor de loto que florecía en el Lago Munetchi al ser reprochado por Taishaku. Aún una palabra o frase del Budismo verdadero lo conducirá por el sendero de la iluminación, si está de acuerdo al tiempo y a la capacidad de la gente. A pesar de que uno estudie mil sutras y diez mil doctrinas, no podrá lograr la Budeidad, si esas enseñanzas no son apropiadas para el tiempo y la capacidad de la gente.
Ahora, 26 años después de la batalla de Hojí,7 el gobierno de Kamakura está nuevamente plagado por conflictos internos. Las rebeliones8 ya se han manifestado dos veces, en el décimo primer y décimo séptimo día del segundo mes de este año. Ni los no-Budistas ni los enemigos del Budismo pueden destruir la Verdadera Ley del Buda, pero los discípulos del Buda definitivamente sí pueden. Como dice el sutra, un parásito en las entrañas del león devorará al león. Un hombre de gran fortuna no puede ser arruinado por sus enemigos sino solamente por aquellos que están cerca de él. La rebelión actual es lo que el Sutra Yakushi quiere decir con “el desastre del conflicto interno”.9 El Sutra Ninno afirma, “Cuando el sabio se va, los siete tipos de calamidades invariablemente surgirán”. El Sutra Konkomyo dice: “Los treinta y tres dioses celestiales se enfurecen porque el rey permite que el mal ande desenfrenado”. A pesar de que Níchiren no es un sabio, es igual a un sabio porque abraza al Sutra del Loto exactamente como lo enseñó el Buda. Asimismo, ya que desde hace mucho tiempo él comprendió los asuntos del mundo, todas las profecías que él escribió se han convertido en realidad sin excepción alguna. Por lo tanto, no deben dudar de lo que él les ha dicho con respecto a sus futuras existencias.
Níchiren es el pilar, el sol, la luna, el espejo y los ojos del clan regente Kanto.10 En el duodécimo día del noveno mes del año pasado cuando fui arrestado, declaré abiertamente que si el país perdiera a Níchiren ocurrirían los siete desastres sin fallar. ¿Acaso no se hizo realidad esta profecía sólo sesenta y luego ciento cincuenta días más tarde? Y aquellas batallas tan solo fueron las primeras señales. ¿Cuántos lamentos habrán cuando aparezca el efecto completo! La gente tontamente se pregunta, ¿por qué Níchiren es perseguido por el gobierno si él es realmente un hombre sabio? Aún así, todo es como yo lo esperaba. El Rey Ajatashatru mató a su padre y casi asesina a su madre, por lo cual fue aclamado por los seis ministros reales. Cuando Devadatta mató a un Arhat y derramó la sangre del Buda, Kokalika11 y otros se deleitaron. Níchiren es padre y madre del clan regente y es como un Buda o un Arhat de esta era. El soberano y sus súbditos que se regocijan por su exilio son verdaderamente los más desvergonzados de todos. Aquellos sacerdotes herejes que han venido lamentándose por habérsele expuesto sus errores, podrán regocijarse de momento, pero eventualmente sufrirán no menos que Níchiren y sus discípulos. Su júbilo es como el de Fujiwara Yasuhira12 cuando mató a su hermano y a Minamoto no Yoshitsune El demonio que destruirá al clan regente ya ha penetrado al país. Este es el significado del pasaje del Sutra del Loto que dice: “El demonio entra en el cuerpo de uno”.13
Las persecuciones que ha confrontado Níchiren son resultados del karma formado en existencias previas. El capitulo Fukyo afirma “… después de expiar sus faltas”, lo cual indica que el Bodhisattva Fukyo fue difamado y golpeado por incontables calumniadores debido a su karma del pasado. Así también sucede con Níchiren quien en esta vida nació pobre y de una familia chandala14 de bajo nivel. En mi corazón atesoro algo de fe en el Sutra del Loto, pero mi cuerpo, aunque externamente humano, es fundamentalmente el de un animal, que en alguna ocasión subsistió de pescado o aves y fue concebido de los fluidos de un varón y una hembra. Mi espíritu vive en este cuerpo como la luna se refleja en un estanque fangoso o como el oro envuelto en un saco sucio. Ya que mi corazón cree en el Sutra del Loto, no temo ni aún a Bonten ni a Taishaku, pero mí cuerpo es aún así el de un animal. Con tal disparidad entre mi cuerpo y mi mente, no es sorprendente que los tontos me desprecien. Sin duda alguna, al comparar mi cuerpo, mi mente brilla como la luna o como el oro. ¿Quién sabe qué calumnia pude haber cometido en el pasado? Quizás posea el alma del Sacerdote Shoi15 o el espíritu de Mahadeva.16 Tal vez descendí de aquellos que desdeñosamente persiguieron al Bodhisattva Fukyo o estoy entre aquellos que olvidaron su fe original17 en el Sutra del Loto. Hasta puedo estar relacionado a las cinco mil personas arrogantes18 que no se quedaron a escuchar el sutra, o pertenecí al tercer y más bajo grupo de los discípulos del Buda Daitsu. Es imposible imaginarse su propio karma.
El hierro, cuando es calentado por las llamas y forjado se convierte en una fina espada. Los sabios y santos se prueban con el abuso. Mi exilio actual no es debido a ningún crimen. Es solamente para que yo pueda expiar en esta existencia mis calumnias graves del pasado y ser liberado de los tres senderos del mal en la próxima.
El Sutra Hatsunaion afirma, “En la era venidera, existirán aquellos que entrarán al sacerdocio, vestirán sotanas y simularán estudiar mis enseñanzas. No obstante, por no ser ni diligentes ni serios en su práctica, ellos calumniarán a los sutras Mahayana. Debe estar consciente que estas personas son las que siguen las religiones herejes actuales”. Aquellos que leen este pasaje deben reflexionar profundamente sobre su propia práctica. El Buda está diciendo que aquellos de nuestros sacerdotes contemporáneos que son perezosos y negligentes fueron los discípulos de los seis maestros no-budistas en los días de Shakyamuni. Los seguidores de Honen que se hacen llamar la secta Nembutsu no sólo hacen que la gente se aparte del Sutra del Loto, diciéndole que lo “descarten, cierren, ignoren y abandonen”, sino que propugnan que debe entonarse solamente el nombre de Amida, un Buda descrito en las enseñanzas provisionales. Los seguidores de Dainichi, conocidos como la secta Zen, alegan que las verdaderas enseñanzas del Budismo fueron transmitidas aparte de los sutras. Ellos ridiculizan el Sutra del Loto como si no fuera nada más que un dedo señalando hacia la luna o una sarta de palabras sin sentido. Estos sacerdotes ciertamente eran seguidores de los seis maestros no-Budistas, sólo que ahora han penetrado en la corriente del Budismo. Según el Sutra de Nirvana, el Buda había permitido que todos obtuvieran la iluminación al enseñarles el capitulo Juryo del Sutra del Loto. Aún así, ¡ay! cuando él iluminó los ciento treinta y seis infiernos subterráneos, en vez de encontrarlos vacíos, vio que los calumniadores del Budismo quienes eran personas de una incredulidad incorregible aún estaban confinadas allí por los guardianes del infierno. Ellos proliferaron hasta convertirse en la gente del Japón actual.
Debido a que el mismo Níchiren cometió calumnias en el pasado, se convirtió en un sacerdote del Nembutsu en esta existencia y por varios años él también se rió de aquellos que practicaron el Sutra del Loto, diciendo, “Ni una sola persona ha logrado la Budeidad mediante ese sutra”19 o “Ni una sola persona en mil puede alcanzar la iluminación a través de sus enseñanzas”.20 Al despertar de mi condición calumniadora, me siento como un hijo ebrio, quien, en su estupor golpea a sus padres, pero no le da importancia a eso. Cuando vuelve a sus sentidos, lo lamenta amargamente, pero de nada sirve. Su ofensa es extremadamente difícil de borrar. Aún más lo son las calumnias del pasado contra la Ley, que manchan las profundidades del corazón. Un sutra21 establece, que tanto la negrura del cuervo como la blancura de la garza son en realidad las profundas manchas de su karma del pasado. Los brahmanes y los otros no-Budistas rehusaron reconocer esta causalidad y alegaron que era la labor de la naturaleza, y hoy día, cuando expongo las calumnias de la gente en un esfuerzo por salvarla, lo niegan con todas las excusas posibles y argumentan con las palabras de Honen que hablan de cerrar los portales al Sutra del Loto. Esto no es sorprendente de los creyentes del Nembutsu, pero aún los sacerdotes de Tendai y Shingon los apoyan activamente. En el décimo sexto y décimo séptimo día del primer mes de este año, cientos de sacerdotes y creyentes del Nembutsu y otras sectas se reunieron para un debate con Níchiren. Como representante de la secta Nembutsu lnsho-bo dijo, “San Honen no nos ha dado instrucciones de descartar el Sutra del Loto. Él sencillamente escribió que todos debían entonar el Nembutsu, y sus grandes bendiciones asegurarán su ascenso a la tierra pura. Aún los sacerdotes de Tendai de los Templos Onjo-i y Enryaku-ji,22 exiliados en esta isla, alaban a San Honen y dicen cuán excelente es su enseñanza. ¿Cómo se atreve usted a tratar de refutarla?” Los sacerdotes locales son aún más ignorantes que sus contrapartes en Kamakura. Son absolutamente dignos de lástima.
¡Cuán terribles son las calumnias que Níchiren cometió en sus existencias pasadas y presente! Ya que ustedes nacieron en este malvado país y se han convertido en discípulos de un hombre así, no hay manera de predecir lo que tendrán que soportar. El Sutra Hatsunaion dice, “Hombres de fe devota, debido a que cometieron incontables pecados y acumularon mucho karma malvado en el pasado, deben esperar sufrir la retribución por todo lo que han hecho. Podrán ser ultrajados, maldecidos con una apariencia horrenda, comerán y se vestirán pobremente, buscando en vano la riqueza, nacerán de familias paupérrimas o herejes o serán perseguidos por sus soberanos”. Dice además, “Es debido a las bendiciones que se obtienen por proteger la Ley que uno puede disminuir en esta existencia su sufrimiento y retribución”. De no ser por Níchiren, estos pasajes del sutra virtualmente harían del Buda un mentiroso. Porque nadie, salvo Níchiren, ha experimentado los ocho sufrimientos descritos en el Sutra: (1) ser despreciado; (2) poseer una apariencia física fea; (3) carecer de vestimentas; (4) carecer de alimentos; (5) buscar la riqueza en vano; (6) nacer en una familia pobre; (7) nacer en una familia hereje y (8) ser perseguido por su soberano. Aquel que sube una alta montaña, eventualmente descenderá. Aquel que desprecia a otro a su vez será despreciado. Aquel que desprecia a aquellos de apariencia hermosa, nacerá feo. Aquel que roba a otro su comida o su vestimenta con seguridad caerá en el mundo del Hambre. Aquel que se burla de los hombres nobles o de cualquiera que observe los preceptos nacerá en una familia pobre. Aquel que calumnia una familia que abraza la Ley Verdadera nacerá en una familia hereje. Aquel que se burla de los que atesoran los preceptos nacerá como una persona común y se enfrentará a persecuciones de su soberano. Esta es la ley general de causa y efecto.
Sin embargo, los sufrimientos de Níchiren no se atribuyen a esta ley de causalidad. En el pasado, él despreció a los devotos del Sutra del Loto y ridiculizó al sutra, a veces con alabanzas exageradas y otras, con altanería. Él se enfrentó a todos estos ocho terribles sufrimientos por estos actos en contra del Sutra del Loto que es tan magnifico como las dos joyas combinadas, dos lunas brillando a la par, dos estrellas en conjunción o un Monte Hua23 colocado uno sobre otro. Usualmente estos sufrimientos atormentarían a una persona por muchas existencias, apareciendo uno a la vez, pero Níchiren ha denunciado a los enemigos del Sutra del Loto tan severamente que los ocho descendieron sobre él al mismo tiempo. Su situación es similar a la de un campesino muy endeudado a su amo y a otras personas. Siempre y cuando permanezca en la propiedad es probable que sus deudas sean diferidas de un año a otro, en vez de acosarlo sin piedad. Pero tan pronto trate de partir, todos lo abordarán y demandarán que les pague la totalidad inmediatamente. Por eso el sutra dice: “Es debido a las bendiciones que se obtienen por proteger a la Ley que uno puede disminuir… sus sufrimientos y retribuciones”.
El Sutra del Loto dice, “Existen muchas personas ignorantes que nos denigrarán y atacarán a nosotros los devotos del Sutra del Loto, con espadas, varas y piedras… nos denunciarán ante soberanos, ministros, Brahmanes y otras personas influyentes . . .seremos desterrados una y otra vez”.24 Sin guardianes del infierno que los atormenten, los calumniadores nunca podrían salir del infierno. De no ser por las autoridades que ahora persiguen a Níchiren, él no podría expiar sus faltas pasadas por calumniar la Ley. Níchiren es como el Bodhisattva Fukyo, quien vivió en tiempos pasados y la gente de hoy día son como sacerdotes, monjas, hombres y mujeres laicos que desdeñaron y persiguieron a Fukyo. La gente es diferente, pero la causa es la misma. Diferentes personas pueden matar a sus padres, pero todos caerían en el mismo infierno de incesante sufrimiento. Debido a que Níchiren está haciendo la misma causa que Fukyo, con certeza se convertirá en un Buda igual que Shakyamuni. Es más, aquellos que ahora lo persiguen son iguales a Bhadrapala25 y a los demás que persiguieron a Fukyo. Ellos serán torturados en las profundidades del infierno por mil eones. Yo, por lo tanto, siento profunda lástima por ellos y me pregunto ¿qué puedo hacer por ellos? Aquellos que inicialmente desdeñaron y persiguieron a Fukyo posteriormente cobraron fe en sus enseñanzas y se convirtieron en sus seguidores. La mayor parte de sus calumnias fueron por lo tanto expiadas, pero la pequeña parte que aún quedaba fue la causa de que sufrieran tan terriblemente como aquellos que han matado a sus padres mil veces. La gente de esta época rehusa arrepentirse en lo más mínimo y debe, por tanto, sufrir por interminables eones tal cual está descrito en el capítulo Hiyu, quizás aún por la duración de sanzen o gohyaku-jintengo.
También hay aquellos que aparentaron creer en Níchiren, pero empezaron a dudar cuando vieron que fue perseguido. Ellos, no solamente han abandonado al Sutra del Loto, sino que, aún más, se creen lo suficientemente sabios como para instruir a Níchiren. Lo más lastimoso de todo es que esta gente perversa deberá sufrir en las profundidades del infierno aún por más tiempo que los creyentes de Nembutsu. Ashura sostenía que el Buda sólo tenía dieciocho funciones sensoriales, pero que él tenía diecinueve. Los Brahmanes alegaban que el Buda ofrecía una sola vía hacia la iluminación, pero que ellos tenían noventa y cinco. De igual forma, los discípulos renegados dicen que a pesar de que el Sacerdote Níchiren es su maestro, es demasiado estricto y que ellos propagarán el Sutra del Loto de manera más flexible. Al aseverar esto, son tan ridículos como las luciérnagas que se ríen de la luz del sol y la luna, o un oso hormiguero que desestima al Monte Hua, o las pequeñas ensenadas que desprecian al inmensurable mar, o una urraca mofándose de un ave fénix China. Nam-myoho-renge-kyo.

Níchiren

El vigésimo día del tercer mes en el noveno año de Bun’ei (1272).

Hay poco papel de escribir aquí en la Provincia de Sado y escribirles individualmente tomaría mucho tiempo. Sin embargo, si aún una persona deja de oír de mi, esto causará resentimientos. Por consiguiente, quiero que todos mis sinceros creyentes se reúnan y lean esta carta juntos para alentarse entre si. Cuando el desastre ataca, nuestros problemas personales parecen insignificantes. No sé cuán veraces sean los informes que me llegan, pero de seguro debe haber mucho pesar, por los que han muerto en las batallas recientes. ¿Qué se han hecho lzawa no Nyudo y Sakabe no Nyudo?26 Envíenme noticias de Kawanobe, Yamashiro, Tokugyo-ji27 y los demás. Además por favor tengan la bondad de enviarme Lo Esencial del Gobierno en la Era Chen Kuan28 y La Antología de Cuentos29, y Las Enseñanzas Esotéricas de las Ocho Sectas.30 Sin éstos, ni siquiera puedo escribir cartas.
Notas:

1. Tonotsuji Juro: Un fiel creyente que vivía en Tonotsuji, Kamakura.

2. Sajiki no Ama: Una creyente de Kamakura.

3. Geten Sho: Una colección de escrituras no-Budistas.

4. Sutra del Loto, capítulo 23.

5. Tao-an (314-385), Hui-yuan (523-592) y Fa-tao (1086-1147): Sacerdotes que dedicaron sus vidas a la propagación del Budismo.

6. Leche de vaca y leche de burra: La leche de vaca indica al Sutra del Loto mientras que la leche de burra, que se cree es venenosa, se refiere a todos los otros sutras.

7. La Batalla de Hoji: La batalla que se libró en 1247 entre los clanes Hojo y Miura por el control del poder. El clan Hojo emergió victorioso.

8. Rebeliones: Estas fueron instigadas por Hojo Tokísuke, un comisionado de mucha influencia en Kyoto, quien intentó derrocar a su medio hermano, el Regente Hojo Tokimune.

9. El desastre del conflicto interno: Uno de las tres calamidades y siete desastres.

10. Kanto: Como se utiliza en este caso, se refiere al gobierno de Kamakura.

11. Kokalíka: Un miembro del clan de Shakyamuni quien ingresó al sacerdocio al ordenarlo el padre del Buda, el Rey Shuddhodana. Luego, cayó bajo la influencia de Devadatta y calumnió a los discípulos más cercanos a Shakyamuni, Shariputra, y Maudgalyayana.

12. Fujiwara Yasuhira (1155-1189): El hijo de Fujiwara Hidehira, amo de la provincia de Mutsu, al noroeste del Japón. El mató a su hermano y usurpó el poder. Minamoto no Yoritomo, el shogún de Kamakura le ordenó matar a Yoshitsune, hermano de Yoritomo, lo cual llevó a cabo para probar su lealtad. Posteriormente, no obstante, Yoritomo lo mandó a ejecutar para consolidar su propio poder en la parte norte del Japón.

13. Sutra del Loto, capítulo 13.

14. Chandala: La clase más baja, aún más baja que en el sistema de castas de la India, formada por aquellos cuya profesión les requería matar criaturas vivientes. El Daishonin nació de una familia de pescadores.

15. Shoi: El apareció en el Último Día de un Buda llamado Shishíonno. Dícese que cayó vivo al infierno por calumniar al Bodhisattva Kikon, quien propagó el Budismo.

16. Mahadeva: Un brahmán, que nació unos cien años después de Shakyamuni. Se dice que cometió tres de los cinco pecados cardinales, matar a su padre, a su madre y a un arhat. E se arrepintió e ingresó al sacerdocio, pero rompió la unidad de los creyentes al corromper las enseñanzas ortodoxas con sus propios conceptos equivocados.

17. Aquellos que olvidaron su fe original: Personas quienes, debido a las calumnias que han cometido, no recuerdan que recibieron la semilla de la iluminación por parte del Buda en el pasado distante llamado gohyaku-jintengo.

18. Cinco mil personas arrogantes: Las personas (sacerdotes, monjas, hombres y mujeres laicos) quienes pensaron que habían dominado el Budismo y abandonaron la asamblea en el momento que Shakyamuni comenzaba a exponer el Sutra del Loto.

19. Anraku-shu, volumen 1.

20. Ojo-raisan.

21. Sutra Ryogon.

22. Onjo-ji y Enryaku-ji: Onjo-ji (también llamado Mii-dera), un templo en Kyoto que se convirtió en la sede de la escuela Jimon de la secta Tendai en 993, cuando los discípulos posteriores de Chisho abandonaron el templo Enryaku-ji situado en el Monte Hiei. Luego, Enryaku-ji se convirtió en el templo principal de la escuela Sammon de la secta Tendai.

23. Hua: Una de las cinco montañas más altas de la China.

24. Sutra del Loto, capítulo 13.

25. Bhadrapala: Una de las figuras centrales en la persecución del Bodhisattva Fukyo. Se dice que sufrió en un infierno interminable.

26. lzawa no Nyudo y Sakabe no Nyudo: Aparentemente eran fieles seguidores del Daishonin en Kamakura. Se conoce muy poco acerca de ellos.

27. Kawanobe, Yamashiro, y Tokugyo-ji: Seguidores del Daishonin que se cree fueron encarcelados en una celda subterránea después de la Persecución de Tatsunokuchi.

28. Lo Esencial del Gobierno en la Era Chen kuan (627-649): (Chin., Chen-kuan Cheng-Yao), escrito por Wu Ching durante la Dinastía T’ang de la China, discute los asuntos políticos entre el emperador y sus súbditos.

29. La Antología de Cuentos: Una colección de literatura no-Budista. Muy poco se conoce sobre ésta.

30. Las Enseñanzas Esotéricas de las Ocho Sectas: Las doctrinas esotéricas de las ocho sectas principales budistas del Japón de la Edad Media: Kusha, Jojitsu, Ritsu, Hosso, Sanron, Kegon, Shingon, y Tendai.

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