miércoles, noviembre 07, 2007

Un navío para cruzar el mar del sufrimiento


El siguiente material ha sido extraído de Los principales escritos de Nichiren Daishonin, vol. 1, págs. 9 a 12.
Cuando le pregunté acerca de lo que usted me había dicho el otro día, vi que era tal como me informó. Con más razón, entonces, esfuércese en la fe más que nunca, para recibir los beneficios del Sutra del Loto. Escuche con los oídos de Shih K’uang y observe con los ojos de Li Lou.1
En el Último Día de la Ley, el devoto del Sutra del Loto aparecerá sin falta. Cuanto mayores son las adversidades que caen sobre él, mayor es su deleite, debido a que posee una fe inquebrantable. ¿Acaso el fuego no arde con más brío cuando se le agrega leña? Todos los ríos confluyen en el océano, pero ¿acaso éste les devuelve sus aguas? Las corrientes de la gran adversidad se precipitan en el océano del devoto del Sutra del Loto, pero éste no las rechaza ni las cuestiona, tal como el océano tampoco rechaza a los ríos. Si no fuera por las aguas que fluyen, no habría océano. De la misma forma, sin sufrir grandes obstáculos uno no podría ser devoto del Sutra del Loto. Como señaló T’ien-t’ai: “Todos los ríos van al mar, y los leños hacen crepitar el fuego”.2
Debe comprender que el hecho de que usted pueda enseñar a los demás aun una sola frase o párrafo del Sutra del Loto se debe a una profunda relación “kármica” que proviene del pasado. El sutra dice: “Es extremadamente difícil salvar a quienes son sordos a la Ley verdadera”.3 “Ley verdadera” se refiere al Sutra del Loto. La persona que no escucha este sutra no puede ser salvada [del sufrimiento].
Un fragmento del capítulo “Hosshi” dice: “Sabed que cualquier persona de fe, sea hombre o mujer […] es un enviado del Buda”. Esto significa que todo aquel que enseñe a los demás aunque sea una sola frase del Sutra del Loto es un emisario del Buda, sin lugar a dudas, sea monje o monja, hombre laico o mujer laica. Usted es un laico y un buen hombre, [como los que describe el sutra]. El que escucha aun una frase o fragmento del Sutra del Loto y lo graba en lo profundo de su vida es como un barco que navega por el océano de los sufrimientos de la vida y la muerte. El gran maestro Miao-lo señaló: “Aun una frase grabada en lo profundo de la vida hará que uno, sin falta, llegue a la orilla opuesta.4 Reflexionar sobre una frase y practicarla es ejercer la navegación…”.5 Sin el navío de Myoho-renge-kyo es imposible atravesar el océano de los sufrimientos de la vida y de la muer-te.
Un pasaje del Sutra del Loto dice: “… como si uno hubiese hallado un navío para emprender la travesía”.6 Este “navío” podría describirse del siguiente modo: el Buda, un armador de sabiduría inmensurable y profunda, reunió la madera de los cuatro sabores y de las ocho enseñanzas, la cepilló abandonando honestamente todas las enseñanzas provisionales, cortó y ensambló los tablones utilizando tanto el bien como el mal7 y completó el armado martillando los clavos de la única enseñanza suprema. Así, botó el navío al océano del sufrimiento. Con las velas de los tres mil aspectos desplegadas sobre el mástil de la doctrina esencial e impulsado por el buen viento del principio “todos los fenómenos revelan la verdadera entidad” (shoho jisso),8 el bajel avanza por las aguas y transporta a todos los creyentes que, por su fe pura, pueden lograr la Budeidad. El buda Shakyamuni es el timonel, el buda Taho gobierna el velamen y los Cuatro Bodhisattvas, encabezados por Jogyo, empujan los remos que rechinan al mismo tiempo. Este es el barco de Myoho-renge-kyo, al cual se refiere la cita “un navío para em-prender la travesía”. Quienes suben a bordo son los discípulos y seguidores de Nichiren. Crea en esto con todo su corazón. Cuando visite a Shijo Kingo, por favor entable una profunda conversación con él. Volveré a escribirle.
Con mi profundo respeto,

Nichiren

De mi puño y letra

En el vigésimo octavo día del cuarto mes.
1 Shih K’uang y Li Lou: Personajes legendarios de la China, célebres por su oído y vista extraordinarios, respectivamente.
2 Maka shikan, vol. 5.
3 Sutra del Loto, cap. 2.
4 Orilla opuesta: Representa la costa de la iluminación o nirvana, mientras que esta orilla, en que vivimos, simboliza la ilusión.
5 Esta cita del Hokke mongu ki sigue con la frase: “Sólo el navío de Myoho-renge-kyo nos permite cruzar el mar del sufrimiento”. Pero a comienzos de la página siguiente aparece una frase similar que, si se traduce literalmente, interrumpe la secuencia lógica del significado. Por eso se la ha omitido aquí.
6 Sutra del Loto, cap. 23.
7 Tanto el bien como el mal: El bien y el mal son inherentes a nuestra vida. Los sutras provisionales sostienen que las personas malévolas no pueden lograr la iluminación, pero el Sutra del Loto afirma que aun la vida más perversa posee, simultáneamente, el estado de Buda en forma intrínseca.
8 Sutra del Loto, cap. 2.
Antecedentes:
Esta carta fue escrita el 28 de abril de 1261, unas dos semanas antes de que Nichiren Daishonin fuese desterrado a la península de Izu. Shiiji Shiro vivía en la provincia de Suruga. No se sabe mucho acerca de él, pero, a juzgar por esta carta, aparentemente conocía a Shijo Kingo, uno de los discípulos más prominentes del Daishonin.
En el momento de escribir esta carta, Nichiren Daishonin tenía cuarenta años y vivía en Kamakura. Un año antes, había escrito una carta de amonestación al ex regente Hojo Tokiyori, quien, a pesar de haberse retirado, seguía siendo el hombre con mayor influencia política en todo Kamakura.
Es posible que el Daishonin se hubiese enterado de que existía una conspiración en su contra. Tal vez por ello, haya escrito este gosho a sus discípulos, para exhortarlos a que fuesen valientes, aun cuando se desencadenase alguna persecución. La primera mitad señala que el devoto del Sutra del Loto aparecerá sin falta en el Último Día de la Ley y que deberá enfrentar grandes persecuciones. El Daishonin dice: “Cuanto mayores son las adversidades que caen sobre él, mayor es su deleite, debido a que posee una fe inquebrantable. ¿Acaso el fuego no arde con más brío cuando se le agrega leña?”. El nombre “devoto del Sutra del Loto” sólo puede aplicarse al que enfrentó y superó las inmensas dificultades descritas en el sutra.
En la última parte, alienta a Shiiji Shiro a que confíe en que el daimoku del Sutra del Loto es el “navío” que, sin falta, puede transportarlo a la distante orilla de la iluminación. El Sutra del Loto es la enseñanza suprema entre todas las doctrinas expuestas por Shakyamuni y, en el Último Día de la Ley, corresponde al Gohonzon.

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