viernes, marzo 28, 2008

Dialogo Mes de Marzo 2008

PARA DIALOGAR
16 Civilización
Global
Félix: ¡Oye Pancho, ¿cómo lo haces? Siempre
que te veo parece que estás en forma!
Pancho: ¿en forma física o mental?
F: Pues en ambas. Yo diría que estás en forma
espiritualmente.
P: Ja, ja… Eso me gusta. Y me doy cuenta de
que ya no te fijas en mi ropa, sino en mi
porte…
F: Bueno…, también en tu ropa, ya sabes que
no lo puedo evitar… pero lo que de verdad
me inspira confianza de tí son tus palabras y
tu actitud.
P: Me alegro de verdad y debo decirte que a mí
me pasa lo mismo contigo, pero… me
inquietan tantos halagos…¿qué ha sido de tu
espíritu crítico?
F: Je,je,…¡cómo me conoces!
P: Digamos que intuyo ciertas dudas en tí. Lo
cual, de alguna forma, me alegra.
F: Pues ya que lo dices, el otro día conocí a
alguien que participa en una organización de
voluntariado para cuestiones sociales. Mientras
hablábamos te recordaba y me preguntaba
en qué medida el budismo que practicas
interviene en esas misiones humanitarias.
P: ¿Te imaginas a millones de personas alentando
a su entorno inmediato (familiar, laboral,
etc.) diariamente?
F: Me gustaría imaginarlo.
P: Pues puedes hacerlo porque ocurre. El budismo
apareció para eliminar el sufrimiento
pero la clave para lograrlo depende de cada
persona. Cada una nace en un entorno familiar
y social, y luego elige otros entornos en
los que desarrollar su vida y es en esos
“escenarios cotidianos” donde se puede
comunicar con el corazón de los demás.
F: Vale, pero, ¿cuál es la estrategia de
acción?
P: Se trata de animar a la revolución…
F: Perdona… pero eso suena a “bolchevique”
o algo parecido.
P: Ja, ja, ja,…es verdad. Hablo de una
revolución individual, exclusiva de
cada persona y que sólo ella puede
hacer. La cuestión es animar a cada
persona de tu entorno a
que descubra cuál es la
causa de su sufrimiento, a
que convierta su veneno en medicina y a que
reconozca su potencial para desarrollar su
vida.
F: Y, el vehículo para llegar al corazón de los
otros es…¿el diálogo?
P: Sí, de corazón a corazón. Por eso es importante
que tu corazón sea fiable.
F: Y ¿cómo consigues la confianza de tu entorno
?
P: Ahí está la oración. Con ella elevas tu estado
de vida y, por tanto, desvelas tu sabiduría y
enriqueces tanto la calidad de tu diálogo
como la de tu determinación. Todo está vinculado.
F: Me gusta lo que dices, pero me resulta todo
un desafío. No sé si yo sabría hacerlo.
P: Todo el mundo puede. Para hacerlo sólo tienes
que acometer tu propia revolución.
F: Me fío de ti Pancho, pero déjame pensar en
más preguntas. Nos vemos…
P: Claro que si Félix, tus preguntas también me
enseñan a mí. Hasta pronto.
Corazón fiable
Civilización 17
Global
Pregunta y obtendrás
la respuesta
¿Cada vez que formulamos una pregunta nos paralizamos
ante la duda? O, ¿seguimos siendo esos niños que escuchan los
cuentos con asombro y que avanzan y crecen a base de preguntas?
Ante estas posibilidades, en realidad tenemos dos opciones: que la duda
nos paralice e impida avanzar, o que nos abra un abanico de múltiples
posibilidades para elegir. En nosotros está la respuesta que queremos
encontrar.
Quizá podríamos confiar más en nuestro propio criterio
porque, ¿cuántas veces nos hemos demostrado que somos
capaces de encontrar respuestas creativas y que tenemos la
capacidad para superar los obstáculos y vencer ? Confiemos en nosotros mismos y
proporcionémonos aquello que necesitamos para avanzar: una filosofía que nos da
valor para vivir la vida.
Gosho
"Supongamos que un barco navega en
alta mar. Aunque esté sólidamente
construido, si se abre una grieta y el
agua penetra en la nave, todos
los que estén a bordo naufragarán
juntos. Aunque el caballón que separa
los campos de arroz sea resistente, si
una hormiga cava un orificio de
lado a lado, tarde o temprano el agua
terminará escurriéndose y
vaciando el arrozal. Quite del barco de
su vida el agua salobre de la
duda y de los actos contra la Ley, y
refuerce los muros de su fe."
Nichiren Daishonin, Los muros de la fe
PARA DIALOGAR
18 Civilización
Global
El poder de la duda
Vivimos en una sociedad que suscita el escepticismo, y en la cual es muy
sencillo desconfiar de todo: de las previsiones metereológicas, del resultado
de unas votaciones…
Del mismo modo, en cualquier momento de nuestra vida, habrá épocas
en las que dudemos de nuestra propia capacidad para alcanzar
nuestras metas: no es tan fácil confiar en nosotros mismos. Sin
embargo, lo bueno de esos momentos es que nos harán revisar
nuestros valores y adaptarlos a nuestra verdadera esencia.
La duda despierta nuestro espíritu de búsqueda y así
podemos pulir nuestra fe: se convierte en un aliciente
para profundizar en el estudio y encontrar esa respuesta
que nos ayuda a esclarecer si estaremos equivocados o no. Y gracias a todo este proceso, iremos
esforzándonos por lograr nuestra propia revolución humana.
Cuando se reunía con sus seguidores o recibía sus cartas, Nichiren Daishonin agradecía que éstos
le hicieran las más diversas preguntas referentes a la fe. En cada pregunta veía la oportunidad de
poder aclarar un aspecto esencial de su enseñanza. Sin preguntas no podría haber respuestas.
“Quienes tengan un espíritu de búsqueda siempre estarán radiantes, optimistas y alegres.
Debemos darnos cuenta de que sólo mediante un espíritu de búsqueda podemos pulir y profundizar
nuestra fe. Esto no es solamente una realidad en el ámbito de la fe. En
cualquier intento, el espíritu de búsqueda de uno es lo que determina todo.”
(Daisaku Ikeda)
PARA DIALOGAR
“La convicción entraña una revolución en
nuestro esquema mental; y ese cambio
radical es la fuerza motriz que nos
permite transformar tanto nuestra vida
como su entorno”
Daisaku Ikeda
Civilización 19
Global
PARA DIALOGAR
Confirmemos
“ Cuando los seres vivientes presencian
el final de un kalpa,
y todo se consume en las llamas de un gran incendio,
ésta, mi tierra, permanece a salvo y en calma …”
Todos los días, mañana y tarde, cuando recitamos el Gongyo repetimos
estas palabras “ésta, mi tierra, permanece a salvo y en calma”. Sin duda, es
un bello verso y muy reconfortante, pero lo que importa es si de verdad
vivimos con esta confianza, sobre todo, cuando las circunstancias que
estamos transitando son duras y adversas.
Seguro que, en este mismo instante leyendo este texto, a más de
uno nos ha acudido a la mente aquel momento de nuestra vida en
que las cosas no pintaban muy favorables y que,
sin embargo, nuestro estado de ánimo era, sencillamente,
bueno.
No es que nos hubiéramos convertido de pronto en
unos seres ilusos o irresponsables, estábamos totalmente
conscientes de la realidad pero, asombrosamente, nos sentíamos tranquilos.
Y ahora nos preguntamos: ¿de dónde brota esta confianza y seguridad que nos
permite encarar la vida con calma y actitud positiva ?
Si existiese ese manantial y se pudiese comercializar, éste sería el secreto mejor
guardado. Sin embargo, ese manantial existe y es asequible a todos los “bolsillos”.
De manera natural, al abrir nuestro corazón en el daimoku, vamos experimentando
ante las mismas situaciones más alegría, más esperanza, más confianza,
que no es más que la prueba de que todos los acontecimientos, todos los fenómenos
son inseparables de los diez estados de vida, desde el de
Infierno al de la Budeidad; o dicho de otra forma, lo que vemos,
lo que percibimos, varía según nuestro estado de vida y cuando
ese estado cambia, también cambia el “mundo” en que vivimos.
Lo que parece una tragedia, se puede convertir en la llave que
abre nuestra vida.
Descartar nuestros miedos y sustituirlos por la confianza es el
resultado de la revolución humana que se está produciendo en nuestra vida día a día.
No hay duda de que a todos nos gustaría gozar de esta seguridad y confianza,
pero también es cierto que, a veces, la duda y la desconfianza se filtran en nuestro
corazón causándonos desasosiego.
Pero como no estamos hablando de una fe ciega y dogmática, ¿ por qué no
probamos a orar ante el Gohonzon con la convicción de que “ésta, mi tierra permanece
a salvo y en calma” y, después, confirmamos en nuestra propia vida que
esto es así?