viernes, diciembre 28, 2012

El significado del GONGYO 5ª Parte



Explicación de la ceremonia del Gongyo basado en el libro “Disertación de los capítulos Hoben y Juryo del Sutra del Loto” del presidente de la SGI, DAISAKU IKEDA.

SHO I SHA GA. ÑO RAI JO BEN. CHI KEN JARA NITSU. KAI I GU SOKU.
¿Y POR QUÉ? PORQUE EL QUE ASÍ LLEGA ESTÁ PLENAMENTE DOTADO DE MEDIOS HÁBILES Y DEL PARAMITA DE LA SABIDURÍA.

El Buda es un gran médico de la vida, que guía a la gente hacia la sabiduría.
En esta parte, Shakyamuni sigue elogiando la inmensa sabiduría del Buda. Hasta este momento, ha ensalzado la sabiduría del Buda desde el punto de vista de la inmensurables prácticas que el llevó a cabo en el pasado. Aquí, analiza el poder de la sabiduría para guiar a las personas, y el estado de vida que, como resultado de dichas prácticas, ha adquirido el Buda.

NO ES LO MISMO CONOCIMIENTO QUE SABIDURÍA

Tras el pasaje precedente, ahora Shakyamuni esclarece por qué el Buda ha utilizado toda clase de causas y de analogías para guiar a las personas y hacer que renuncien a sus apegos. Y explica por qué el Buda fue capaza de hacerlo.

En la frase “de medios hábiles y del paramita de la sabiduría”. El término “paramita de la sabiduría” se refiere al perfeccionamiento de la sabiduría. La palabra sánscrita significa “concretar o perfeccionar”. Además, la expresión “plenamente dotado” contenida en la cita anterior, alude obviamente a “estar dotado de o poseer”. El Buda, quien ha perfeccionado diversas prácticas y ha logrado un estado de iluminación extremadamente profundo, posee hábiles medios para guiar a las personas y está dotado de sabiduría. Por tal motivo, está en condiciones de guiar a sus interlocutores de un modo que concuerda exactamente con la capacidad de ellos.

En la parte que sigue, Shakyamuni explica, en sentido específico, qué quiere decir “sabiduría”. Allí afirma que el Buda poseer los poderes de una sabiduría de “inmensurable (misericordia), ilimitada (elocuencia), poder, valentía”. En la próxima entrega de esta serie, analizaré en detalle el contenido d dicho fragmento. Pero, por ahora basta con decir que dichos poderes son funciones específicas de la sabiduría que usa el Buda para guiar a la gente hacia la felicidad.
 
El Budismo es una religión de sabiduría. El presidente Toda solía decir: “una de las causa por las que hoy la gente sufre tanto es que confunde conocimiento con sabiduría. Pero no son la misma cosa. El conocimiento puede ser como una puerta que abre el camino hacia la sabiduría, pero, sin ninguna duda, no es sabiduría”.

Por ejemplo, el hecho de asistir a un curso de administración de empresas en la universidad n garantiza que uno vaya a prosperar en el mundo de los negocios. En verdad muchos logran un resonante triunfo económico sin haber sido nunca estudiantes de Administración de Empresas.
Leer libros sobre pedagogía y educación infantil m asegura que alguien será un padre excelente. Lo cierto es que, en el crecimiento d un niño, intervienen numerosos factores. Hay crónicas de madres que se desquician, porque, m el proceso de la crianza de sus hijos, enfrentan situaciones que contradicen por completo lo que han leído en los libros.

Desde luego, el conocimiento es necesario y s un gran aliado. En especial dentro de la sociedad moderna, podría decirse que el conocimiento ha ido usándose como un arma. A la vez, el hecho de tener conocimientos no produce ningún valor d por sí. La felicidad no se construye
 
Tan sólo con conocimientos. Y aumentar el caudal de conocimientos no redunda en un aumento proporcional de la felicidad. Lo importante es que las personas posean la sabiduría fundamental para poder utilizar de la forma más plena sus conocimientos.

Para dar un ejemplo, las teorías sobre la educación infantil suelen subrayar la importancia de hablarles a los niños a la misma altura de sus ojos. Alguien con experiencia comenta lo siguiente:
¿Qué hay que hacer cuando un niño comienza a insistir con que le compremos tal o cual cosa frente a una tienda o en cualquier otro sitio, y luego se sienta en el suelo y se pones a berrear sin ningún asomo de querer parar hasta que no le demos lo que él quiere? En tales circunstancias, no servirá de nada amonestarlo ni hablarle desde arriba con tono severo. El mejor enfoque es sentarnos al lado de él, en ese mismo lugar. No bien lo hagamos, el niño, sorprendido dejará de llorar. Y luego, cuando le hablamos en voz baja y en un tono persuasivo, veremos que el pequeño s mostrará sorprendentemente dispuesto a hacer cono decimos.
 
Este método, desde luego, no necesariamente funcionará en todos los casos. Así y todo, sin duda representa la sabiduría de un padre o de una madre, nacida del afán de contactarse con un hijo de corazón a corazón, el conocimiento de que es importante hablar con los niños a la altura de sus ojos dio lugar a la producción d esta sabiduría empírica

¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE ESTE CONOCIMIENTO?

En cualquier caso, estamos expuestos a caer en al trampa de buscar el conocimiento cono un fin en sí mismo. A menos que continuamente nos preguntemos “¿Cuál es el propósito de este conocimiento?”.

Para dar un ejemplo, la misión de un maestro es impartir enseñanza. El propósito del docente es cultivar la personalidad y la sabiduría en sus alumnos y ayudarlos a adquirir capacidades y aptitudes necesarias para su felicidad.
Este es el propósito de los conocimientos que, en tanto educador, posee un maestro. Pero si ese maestro no posee, al mismo tiempo, la sabiduría necesaria para lograr dichos fines, no podrá llamarse “educador” en el verdadero sentido de la palabra.
Los políticos como servidores del pueblo, poseen el deber de consagrarse desinteresadamente a la felicidad y la prosperidad de la ciudadanía. Con dicho propósito, deben buscar asesoramiento y consejo de muchas personas y trabajar para poner en marcha sus ideas. Si un político no tiene sabiduría y capacidad de acción para mejorar la sociedad, no es un político en el verdadera sentido del término.
Del mismo modo, la función de los estudiosos y académicos es contribuir con la humanidad a través de su labor intelectual.
Todo el tiempo que preguntamos si hemos concretado nuestra misión fundamental, nuestro verdadero propósito. Si lo olvidamos y, en cambio, alardeamos de todo lo que sabemos, de nuestro acceso a la información o de nuestros “amplios” conocimientos, lo que sucederá es una distorsión en nuestro espíritu esencial.
La educación, la ciencia, la política, la economía y todos los demás campos de la actividad humana existen pata contribuir a la felicidad de todo el género humano.
Entonces, ¿con qué propósito apareció el Buda es este mundo? Su objetivo fue, también permitir que la gente concretara un estado de felicidad eterna, Así pues, no existe contradicción entre el Budismo y otras áreas de la actividad del hombre. El conocimiento en todos los campos adquiere su máximo valor cuando se basa en la sabiduría del Budismo.
En el capítulo “Medios hábiles”, Shakyamuni explica que el propósito del Buda al aparecer en este mundo es “abrir el portal de la sabiduría del Buda a todos los seres vivientes” ,”mostrarles la sabiduría del Buda”, “hacer que tomen conciencia d la sabiduría del Buda” Y “persuadirlos de entrar en el camino de la sabiduría del Buda”. Estos cuatro aspectos d la sabiduría del Buda “abrir”, “mostrar”, “hacer tomar conciencia” y “hacer ingresar”, se denominan, en conjunto , la “gran razón” por la cual el Buda apareció en este mundo.
En síntesis, Shakyamuni enseñó que el camino hacia la felicidad yace en que cada persona cultive su propia sabiduría. La sabiduría del Buda, entonces, también nació de su poderoso sentido de propósito y de la conciencia acerca de su misión.
Tratar los males de la humanidad con el remedio de la Ley
El Budismo enseña la forma suprema de vivir. Las sesiones de preguntas y respuestas que realzaba el señor Toda eran verdaderos “foros de sabiduría” para guiar a las personas hacia la felicidad. Con gran convicción en la fe, daba orientación sincera sobre los numerosos problemas y sufrimientos de la gente en el curso de la vida: desde enfermedades y pérdida de trabajo hasta deudas y problemas conyugales. Y, en cada oportunidad, lograba dar en el clavo. Mediante su aliento, los participantes recuperaban al ánimo al instante y recuperaban el coraje y la esperanza.
Solía observar¨”Se puede conocer a alguien viéndolo caminar, viéndole actuar, escuchando su voz. Del mismo modo, a partir de los mínimos gestos, como la forma de abrir una puerta, un puede vislumbrar cuáles son las preocupaciones de una persona”.
Un genuino líder budista puede discernir el estado de vida de un ser humano con perspicacia y profundidad, y es capaz de explicarles la Ley de un modo que responda a cada situación.
Es difícil explicar el Budismo correctamente, se un modo que concuerde con la época y con la capacidad de las personas. Un relato cuenta que hasta Shariputra se equivocaba al exponer la Ley.
Una vez, esté se hallaba explicando el Budismo a un herrero y a un lavandero. Sin embargo, ninguno de los dos conseguía captar las enseñanzas y, por eso, estaban comenzando a caer n la incredulidad.
Shariputra tendría que haberle enseñado al herrero la práctica de meditar contando las respiraciones y, al lavandero, la práctica d meditar sobre las impurezas del cuerpo. (1)
La razón es la siguiente. El trabajo de un herrero consiste en golpear continuamente el hierro candente con un martillo, mientras alimenta el fuego con la fragua. Por ende, es normal que un herrero sepa controlar el ritmo de su respiración. Si Shariputra le hubiese explicado el método de meditar contando las respiraciones, él podría haberlo comprendido de inmediato y habría avanzado en su práctica budista. Del mismo modo, como el trabajo de un lavandero consiste en eliminar la suciedad de la ropa. Si Shariputra le hubiera enseñando la meditación sobre las impurezas del cuerpo, sin duda habría sido capaz de comprenderlo todo.
Pero este discípulo de Shakyamuni trasmitió a cada un a enseñanza que era apropiada para el otro. Entonces, ninguno de los dos pudo sacar provecho d su práctica. A pesar de tanto esfuerzo, lo único que consiguió Shariputra fue hacerlos sufrir.
Exponer una enseñanza apropiada para cada persona es algo sumamente difícil. Sin embargo Nichiren Daishonin estableció un método de práctica accesible para toda la gente, al margen de su capacidad. Por es dice “Nam-myoho-renge-kyo es ideal para personas de la más diversas capacidades. Y, precisamente por este motivo, el beneficio de dialogar con los demás sobre la Ley Mística es inmenso.
Un médico de amplia experiencia puede diagnosticar sin errores la enfermedad d cada uno de sus pacientes y prescribir l remedio conveniente, que responde a la constitución física d cada caso. Esta clase de médicos, además de poseer conocimientos técnicos, tienen la sabiduría de aplicar dicha información al máximo y de la mejor manera. El verdadero conocimiento es inseparable de la sabiduría.
Probablemente no haya ningún médico que le diga a un paciente: “Tiene apendicitis” sin además, indicarle alguna forma de revertir el cuadro. Podríamos decir que los verdaderos conocimientos médicos o sabiduría yacen en curar a las personas de sus dolencias y restituir su salud dañada.
El Buda es un gran “médico de la vida” que nos guía a todos hacia la felicidad. El Buda claramente discierne la causa fundamental por la cual sufre la gente y le enseña el camino hacia la felicidad eterna, la forma de vivir una existencia renovada y exultante. He aquí la sabiduría del Buda.
En esta época en que la falta de misericordia se ha vuelto tan frecuente, nadie puede compararse con los miembros de la SGI en lo que respecta a generar una brisa fresca de revitalización en bien de la gente.
No hay otra organización popular en todo el mundo cuyos miembros sean tan sinceros, oren y actúen como nosotros por la felicidad de los semejantes. Existen muchos intelectuales destacados y personas notables en el globo, pero estoy convencido de que los miembros de la SGI son más respetables aún. Ustedes son “médicos” y “enfermeras” de sabiduría, dignos de toda admiración.
La fe contiene el “paramita de la sabiduría”
¿Cómo reaccionaron Shariputra y los demás que se habían congregado en la asamblea, cuando escucharon a Shakyamuni exponer l capítulo “Medios hábiles”?
¿Pensaron: “Yo jamás podría tener ni un milésimo de la perfecta sabiduría dl Buda dentro de mi”?
No. En verdad se dijeron: “Si esta enseñanza representa la maravillosa sabiduría del Buda capaz de salvar a las personas, yo también quiero aprenderla. Quiero hacerla parte de mi”.
El Capítulo “Medios hábiles” dice que Shariputra y los demás deseaban “escuchar la enseñanza perfectamente dotada”. En otras palabras, en ellos surgió el espíritu de búsqueda hacia el camino que conduce al estado d vida del Buda, que está “Plenamente dotad de medios hábiles y del paramita de la sabiduría”.
En “La apertura de los ojos”, Nichiren Daishonin dice que esta “enseñanza perfectamente dotada” es Nam-myoho-renge-kyo.
En las enseñanzas previas al Sutra del Loto, Shakyamuni expuso los seis paramitas como prácticas para que los bodhisattvas alcanzaran el estado de vida de los budas. La idea era que, a través de cumplir con las seis prácticas de la donación de ofrendas, la observación de los preceptos, la tolerancia, la asiduidad, la meditación y la obtención de sabiduría, pudieran aproximarse al estado de vida del Buda. Esta práctica, realizada existencia tras existencia, durante un largo período de tiempo, se denomina “práctica hacia la iluminación durante un período de incontables kalpas”.
Sin embargo, el Sutra de los Infinitos Significados (Sutra Muryogi), que sería la introducción en el Sutra del Loto, señala (según cita el Gosho): “Si abrazáis este Sutra naturalmente recibiréis los beneficios de los seis paramitas sin tener que practicarlos”. En otras palabras, aunque no practiquemos los seis paramitas, por el hecho de creer en el Sutra del Loto, naturalmente pasamos a estar dotados de sus beneficios.

Abrazar el Gohonzon y avanzar junto a la SGI

El capítulo 17 del Sutra del Loto. “Distinción de beneficios” explica que el beneficio de los que comprenden el Sutra del Loto y creen en él cuando lo escuchan está más allá de toda medida. Dice que éste es cien, mil, diez mil, millones de veces más grande que el beneficio de practicar los cinco paramitas (excluido aquí el de la sabiduría) durante “ochocientos mil millones de nayutas de kalpas.
El paramita de obtener sabiduría queda excluido porque es el fundamental entre los seis, integra una clase en si mismo, separado de los otro cinco, de importancia mucho más relativa. Para decirlo de otro modo, podríamos entender que hay que practicar los cinco paramitas para poder llegar al de la sabiduría. El Budismo siempre ha depositado la mayor importancia en la sabiduría.

Por lo tanto, Nichiren Daishonin dice que los practicantes del último Día de la Ley “que acaban de despertar la aspiración hacia la budeidad” no tienen que practicar los cinco paramitas. Este enfoque de la práctica budista represente una gran revolución religiosa, si tenemos en cuenta que fue expresado en una época en que hacer ofrendas a los sacerdotes, mantener los preceptos y cumplir con los demás paramitas era una práctica fervorosamente recomendada.

Por otro lado, el Budismo del Daishonin enseña el principio de “obtener sabiduría a través de la fe”. La fe correcta se convierte en sabiduría, en sí misma. Cuando uno cree en el Gohonzon en el último Día, puede recibir los mismos beneficios que si llevase a cabo los seis paramitas, aun el de la obtención de sabiduría.

En síntesis, los que hoy creen en el Gohonzon y avanzan hacia el Kosen-rufu junto a la SGI pueden obtener el beneficio de los seis paramitas. Quienes perseveran en nuestras actividades por el Sutra del Loto junto a los demás están concretando una vida de suprema sabiduría. Ejemplo de esto son numerosos antecesores en la fe. Y también lo veremos cuando observemos nuestra propia vida retrospectivamente.
Porque practicamos la fe, esforcémonos por vivir cada día con mayor sabiduría, basados en los principios de que “la fe se manifiesta en la vida cotidiana” y de que “la acción se manifiesta en forma de buena salud”.

(1) Meditar contando las respiraciones (…) meditar sobre las impurezas del cuerpo: Dos de las cinco clases de meditación, cuyo dominio le permite al practicante lograr cierto nivel en la práctica de los que escuchan la voz, según las enseñanzas del Hinayana. Las cinco meditaciones son: sobre las impurezas del cuerpo, sobre la misericordia hacia todos, sobre el origen dependiente, sobre la correcta discriminación y la meditación contando las respiraciones.
La primera de ellas apunta a que uno perciba la impureza de todos los fenómenos transitorios y a que se libere de los apegos que lo mantienen sujeto. La meditación contando las respiraciones tiene el fin d serenar la mente en el sucesivo contero de la inspiración y espiración, para lograr un estad contemplativo.

No hay comentarios: